| Las autoridades de Japón han advertido de un posible aumento de la radiación tras un incendio y una explosión en la central nuclear de Fukushima, en torno a la cual se ha declarado una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros, después de que el sábado los habitantes de la zona fueran evacuados.
Una nueva explosión ha sacudido la central de Fukushima, esta vez en el reactor número dos. Horas después, el Gobierno nipón reconoció lo alarmante de la situación en la nuclear. Además informó de que otro reactor, el número 4, ha sufrido un incendio, ya controlado, y reconoció que los niveles de radiación en la zona han aumentado
"considerablemente".
"El peligro de más fugas de radiación está creciendo", advirtió el primer ministro, Naoto Kan, al tiempo que instó a la población a "actuar con calma". Poco después y una vez controlado el fuego, las autoridades japonesas han informado de que los niveles de radiación han comenzado a descender.
La explosión en el reactor dos habría dañado la vasija de contención del reactor, según admitieron las autoridades. La vasija o muro de contención es la estructura más cercana al reactor. Se teme que la deflagración haya afectado a parte del sistema de control de presión del reactor y que pueda haber provocado la fuga.
En esta nueva explosión, sí se ha dañado la vasija, compuesta de acero y hormigón y con forma de bombilla. Está diseñada para prevenir posibles fugas radiactivas. En las anteriores explosiones registradas en Fukushima la vasija que protege al reactor quedó intacta.
Tras la explosión, los niveles de radiación superaron el límite legal hasta llegar durante un instante a los 8.127 microsievert, ocho veces por encima del tope recomendado para la salud, según la agencia local Kyodo.
Apenas tres horas después, un incendio causado a su vez por combustión de hidrógeno afectó al edificio que alberga el reactor 4 de la planta de Fukushima, inactivo desde antes que ocurriera el devastador seísmo de 9 grados Richter.
Además, según fuentes oficiales, la temperatura de los reactores 5 y 6 de la central también ha sufrido un ligero aumento ya que está habiendo problemas con los sistemas de refrigeración. El portavoz Yukio Edano señaló que aún no se sabe si es posible inyectar también agua de refrigeración en el reactor 2, donde en la mañana de hoy se había producido una nueva explosión.
Yukio Edano, el portavoz gubernamental, señaló que el nivel de la radiación llegó a situarse hasta cien veces por encima del límite normal en el reactor número 4, mientras en el número 3 la cifra fue hasta 400 veces superior. Edano dijo que si se siguen elevando, esas cantidades pueden amenazar la salud humana.
La empresa operadora de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), reconoció a su vez que no se descartan fusiones parciales del núcleo de los reactores 1, 2 y 3, pues el 4 no estaba en funcionamiento en el momento del fuego.
En Tokio también se elevaron los niveles de radiación y se detectaron pequeñas cantidades de sustancias radiactivas como cesio, según el Gobierno Metropolitano, citado por la agencia Kyoo.
La televisión local NHK señaló que la radiación en Tokio superaba en cerca de 20 veces el nivel ordinario, aunque según las autoridades locales esto no implica riesgos inmediatos para la salud.