Bancos argentinos comprarían la deuda en manos de los fondos buitre a cambio de u$s 1.200 millones para estirar posponer el cumplimiento del fallo del Juez Thomas Griesa que impide pagar la deuda reestructurada.
Así, lo bancos, que se convertirían en los nuevos acreedores, cobrarían en 2015 con bonos.
Según trascendió, el grupo de bancos, liderado por el Macro de Jorge Brito, compraría títulos públicos involucrados en el juicio por u$s 1.200 millones, que representa casi el 100% de lo adeudado a los fondos buitre.
Aún no se definió si para ese pago usarían dólares que mantienen en cuentas del exterior o depósitos en dólares en cuentas a la vista que forman parte de las reservas.
Según datos del Banco Central, las entidades financieras cuentan con unos u$s 8.700 millones a la vista. De ese dinero, podrían usarse u$s 4.000 millones para pagar esta sentencia y comprar otros bonos en default que podrían sumarse al fallo.