UN PUEBLO BAJO TIERRA | Un deslizamiento de tierras ocurrido hoy en la localidad filipina de Saint Bernard, a unos 650 kilómetros al sureste de Manila, ha sepultado cientos de viviendas. Según medios locales, al menos 200 personas han muerto y 1.500 se encuentran desaparecidas. La Cruz Roja de Filipinas trata de confirmar la magnitud del desastre.
Eva Tomol, portavoz del Gobierno de la provincia de Leyte, región donde han ocurrido los hechos, ha informado de que de momento sólo han podido confirmar cuatro fallecimientos. "Es bastante difícil acceder al lugar del suceso, por lo que nos cuesta verificar las informaciones que recibimos", ha añadido la funcionaria por teléfono.
Tomol ha indicado que el corrimiento de tierras ha sepultado unas 500 viviendas de Saint Bernard y que, "según varias fuentes en la zona, cinco alumnos de una escuela que quedó sepultada consiguieron salvarse y un niño de un año ha sido rescatado".
"El cuerpo de bomberos -ha agregado- ha pedido al Gobierno provincial que evacue a los residentes a una barriada cerca del lugar del accidente para evitar que se produzcan más víctimas en caso de que ocurra otro deslizamiento de tierras".
Marlo Maamo, alcalde de Liloan, localidad próxima a Saint Bernard, ha declarado que unas 370 familias (o 1.850 personas según sus cálculos) residían en ese pueblo costero de la isla de Leyte. Maamo ha relatado que el alud de tierra ha enterrado la escuela, casas y hasta los edificios más sólidos, y ha señalado que 50 personas con heridas han sido trasladadas a centros sanitarios.
La alcaldesa de Saint Bernard, Maria Lim, quien se encontraba fuera de la localidad en el momento de producirse el suceso, ha declarado a los medios locales que desconoce por el momento la magnitud del desastre y ha explicado que por ahora es imposible acceder por carretera a la población. Según Lim, un terremoto precedió a la cascada de lodo y barro que se desprendió de la montaña de Can-abag sobre Saint Bernard.
La Cruz Roja de Filipinas ha pedido ayuda a las tropas de Estados Unidos desplegadas en el país para que participen en las tareas de rescate de las víctimas. Dos navíos norteamericanos han partido hacia la zona costera de la isla de Leyte. Las autoridades filipinas, por su parte, han enviado a Saint Bernard dos helicópteros para que ayuden en la evacuación de las víctimas y en el transporte de ayuda humanitaria.
Las intensas lluvias caídas en las islas Visayas en los últimos días, que los meteorólogos filipinos atribuyen al fenómeno climático de La Niña, han sido las causantes de la tragedia. El domingo pasado, un corrimiento de tierra en la aldea Agas Agas, también en la provincia de Leyte, mató a siete obreros que trabajaban en la construcción de una carretera. A pesar de las precipitaciones, Filipinas se encuentra en su estación seca.