| Con goles de Mauro Poy (PT 38m), Hernán Buján (ST 7m) y Villar (ST 15m), el Tomba consiguió su primera victoria en la máxima categoría. Montenegro (ST 22m) descontó para el Rojo, que cometió muchos errores y casi se despidió de la pelea por el título.
Independiente podrá ser muy generoso en su propuesta, pero mientras siga pasando frío atrás no podrá consolidarse como equipo ni construir una racha victoriosa. Repetidamente, las derrotas serán una consecuencia inevitable y pelear el campeonato no excederá la mera aspiración que casi se esfumó en la tarde noche mendocina. Los de Burruchaga se equivocaron tres veces y Godoy Cruz aprovechó cada una para sumar su primera victoria en la máxima categoría.
Después de unos instantes de dominio repartido, Independiente se adueñó de la pelota, sumó mucha gente en ataque y explotó las flaquezas defensivas de Godoy Cruz. Claro, el Rojo no tuvo justeza en el último toque y por eso no pudo imponer diferencias, más allá de haber sido criterioso y profundo en la circulación. La chance más nítida estuvo en los pies de Montenegro, cuyo derechazo desde afuera del área se estrelló contra el palo derecho del arco custodiado por Torrico. Independiente era más, pero no le alcanzaba.
Por el contrario, Godoy Cruz exhibió una contundencia inusitada. Tuvo una y quebró la chapa. A los 38, una buena combinación entre Villar y Enzo Pérez derivó en Poy, quien batió a Ustari con un zurdazo impecable, de media vuelta. La jugada se generó en un error de Armenteros al intentar un cambio de frente.
Desde entonces, todo fue de Godoy Cruz, que se adueño de la pelota y le dio un tratamiento preciso y veloz, gracias a las intervenciones de Enzo Pérez y Villar, socios del toque en la apertura del marcador. Adelante, Mauro Poy fue una fiera indomable. E Independiente siguió equivocándose. A los 7, Gioda se resbaló al intentar el rechazo de un centro cruzado, Lorgio Alvarez no tuvo reacción y Hernán Buján apareció por atrás de todos para colocar el 2-0 con un violento zurdazo. A esa altura, Independiente era puro desconcierto.
Godoy Cruz se agrandó y justificó la diferencia con aplomo y seguridad. Y a los 15, otro error del fondo visitante le sirvió para imprimirle un extraño brillo a la victoria local. En un intento por cerrar cerca de la línea de fondo, Abraham perdió con Poy (la figura de la cancha), quien habilitó a Villar para que resolviera de arremetida.
Independiente recién salió de su coma actitudinal cuando Montenegro descontó en el rebote del penal que le atajó Torrico (hubo una infracción de Barrera sobre Sosa dentro del área local). En adelante, la visita experimentó una reacción que incluyó una genial intervención de Torrico tras un cabezazo de Denis. Lo demás fue apretar por obligación, ayudado por la expulsión de Duarte (doble amonestación). Muy poco para evitar un golpe de nocaut para sus aspiraciones. Godoy Cruz atesoró la victoria y festejó a lo grande.
Fuente: TyC Sports.
