FÚTBOL | Fue 5 a 3 en San Cristobal, donde se abrió la cuarta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. Los locales pudieron darlo vuelta recién en los últimos nueve minutos, con un final a toda orquesta.
El conjunto de Platiní Sánchez se puso en ventaja. Juan Arango se equivocó y Roberto Martins, demostrando muy técnica, escapó por la izquierda del área rival y definió cruzado ante el inútil intento de Leonardo Morales. Sorpresa y decepción en San Cristóbal, que rápidamente iba ser revertida por el conjunto local. Sí, porque tras sacar del medio, el equipo de Richard Páez supo llegar al empate con un toque de Daniel Arismendi, tras un centro de Maldonado.
Rápidas emociones, en pocos minutos. Las cosas estaban como al principio. Por lo menos durante unos minutos, porque al rato, Bolivia volvió a sorprender. Luego de varios toques y tras un recupero de Martins, Juan Carlos Arce la empujó y puso el 2-1. Segundo golpe al mentón para Venezuela que hacía agua cada vez que la visita lo atacaba. Ojo, del otro lado pasaba lo mismo con la defensa del equipo del Altiplano.
Pero, al margen, la sorpresa que daba Bolivia era doble. Para los venezolanos, que perdían nuevamente como locales, esta vez ante el último en las posiciones y para los bolivianos, que hacían en menos de media hora, lo que no habían podido hacer en tres partidos: goles. Pero hay veces que esos goles no sirven para ganar, si no se puede evitar los del rival en el arco propio. Eso lo supo el equipo de Sánchez. Porque a cinco minutos del final, Arismendi, otra vez aprovechó lo endeble de la defensa y convirtió la igualdad.
Muchas emociones en un solo tiempo. Pero no las suficientes. La segunda etapa comenzó de la misma forma que la primera. Sí, con sorpresas. Porque Venezuela, a pesar de buscar el desnivel, no pudo conseguirlo antes que su rival. A los 32, otra vez Martins, la figura del encuentro, hasta el momento, cabeceó dentro del área rival y puso el 3-2, cuando todos esperaban la remontada local.
¿Decepción? Sólo por un rato, porque la Vinotinto iba a dar vuelta la historia en los últimos diez. A los 36, Guerra aprovechó un horror de la defensa boliviana y empató. Pero en los dos minutos finales, iba a aparecer el mejor jugador que tiene la selección de Venezuela. Giancarlo Maldonado, goleador en el fútbol mexicano, la embocó dos veces en el arco rival y selló una goleada impensada un rato antes.
Así, el conjunto de Páez alcanzó las seis unidades, suficientes para ubicarse en el tercer lugar de las posiciones. Bolivia, en cambio, acumuló su tercera derrota en cuatro presentaciones. Preocupante, de cara al futuro.
Fuente: Clarín on Line.