FÚTBOL | El conjunto dirigido por Ricardo Gareca venció al equipo platense por 2 a 0 y extendió su ventaja en lo más alto del Clausura. Santiago Silva y Maximiliano Moralez, de penal, convirtieron los goles del líder. El Lobo no pudo superar a Huracán en la tabla de promedios.
De esa manera, Vélez (30), semifinalista de la Copa Libertadores 2011, amplió a tres unidades su distancia en la punta, que compartió transitoriamente desde el viernes con Godoy Cruz de Mendoza, al que recibirá en dos fechas.
Como contracara, Gimnasia no aprovechó la derrota inconclusa de Huracán y ambos permanecen con el mismo promedio (1,109) en el penúltimo lugar de la tabla del descenso.
Demasiado Vélez para un limitado Gimnasia en el primer tiempo, que pudo terminar con una diferencia de goles mayor a la mínima si el líder hubiera ajustado la definición en cada llegada.
Con disposición de pelota y terreno, Vélez atacó al rival por todos los frentes y lo expuso a una superioridad evidente desde los minutos iniciales.
Víctor Zapata, de labor destacada, fue el núcleo de juego en su posición de doble cinco; Augusto Fernández, la llave por el sector derecho; Emiliano Papa, la salida constante por la izquierda; mientras que Maximiliano Moralez, Juan Manuel Martínez y Silva, tras referencias ofensivas en continua rotación.
Cada combinación entre ellos generó un dolor de cabeza para Gimnasia, que estuvo supeditado a la inspiración o la picardía del mellizo Barros Schelotto.
Seis minutos le llevó al local generar la primera ocasión clara con un cabezazo de Martínez, por encima del travesaño, tras un centro de Fernández por la derecha.
El ex River casi convierte a los 24 minutos, tras una diagonal al centro del área pero con un toque defectuoso no pudo capitalizar la excelente asistencia de Zapata.
Sin embargo, un minuto después, Silva rompió el cero con una genialidad. Controló un pelotazo recto por encima de la última línea de Gimnasia, vio al arquero Fernando Monetti adelantado y lo sorprendió con un tiro por elevación desde afuera del área.
La ventaja le otorgó al líder una comodidad aún mayor para manejar el partido a placer; mientras Gimnasia sufría por la falta de respuestas de sus jugadores y su técnico Darío Ortíz, quien apostó por la habilidad de Juan Neira demasiado tarde.
Si bien aplacó su ritmo de juego en el segundo tiempo, ante el compromiso del próximo jueves con Peñarol en Montevideo, Vélez nunca abandonó el control del partido.
Sólo quedaba para saber el momento en el que llegaría el segundo tanto, que sucedió a diez minutos del final cuando el árbitro Patricio Loustau, esta vez sí, decidió sancionar un agarrón en el área (Oliver Benítez a Martínez).
Moralez, experto en la materia, aumentó la distancia y los minutos restantes del partido fueron una fiesta del pueblo de Liniers, delirante por el presente del equipo y la chance de la doble corona.
Fuente: Télam.