Tigre venció a Olimpo

Con el sufrido éxito alcanzado con el gol marcado (en posición adelantada) por el volante Martín Galmarini, a los 39 del primer tiempo, el equipo de Rodolfo Arruabarrena consiguió un aliciente extra: se subió a la punta de la tabla de posiciones, junto a Boca y Newell`s, todos con 20 unidades. Con este triunfo, el `Matador` de Victoria llegó a un promedio de 1,216, con lo que supera a San Martín de San Juan (1,206) y el propio Olimpo (1,044), que perdió su cuarto encuentro consecutivo y cada vez son mayores sus dificultades para evitar el descenso a la B Nacional. El árbitro Patricio Loustau fue involuntario protagonista de la noche en el norte bonaerense, a partir de una sucesión de errores que cometió y que perjudicó a ambos conjuntos por igual. Por lo pronto, el juez convalidó en posición adelantada el gol logrado por Galmarini (el asistente Marcelo Aumente no levantó la bandera cuando el mediocampista estaba, por lo menos, dos metros en posición offside). Y en la segunda parte cometió otro garrafal yerro cuando no otorgó ley de ventaja en una maniobra que terminó con la pelota en la red del arco de Olimpo tras un disparo de Gastón Díaz, por sancionar una falta de Gabriel Díaz (expulsado) sobre Ramiro Leone, fuera del área. El partido fue un típico juego entre dos equipos con urgencias y necesidades. En ese contexto de paridad extrema, Tigre lució una mayor actitud en el primer período, pero confundió los caminos hacia la valla rival y casi ni inquietó a Matías Ibáñez. Por el contrario, el elenco bahiense trató más prolijamente el balón, pero penó con el argumento que ha conspirado contra una mejor campaña en lo que va del torneo: la falta de profundidad. El conjunto visitante tuvo la chance más clara en los 45 minutos iniciales, cuando Daniel Islas (reemplazó en la valla a Javier García, que amaneció con vómitos y mareos) le tapó un remate a Maximiliano Laso. Y cuando el primer tiempo se terminaba llegó el gol de Galmarini, en posición adelantada, tras cesión rápida de Diego Morales. Dos minutos más tarde de consumada la ventaja, el partido tuvo otro golpe de escena, cuando el árbitro Loustau expulsó -correctamente- a Mariano Echeverría, por una absurda agresión a Andrés Franzoia. En la segunda mitad, el DT Arruabarrena hizo ingresar a Carlos Casteglione y armó una doble línea de cuatro para defender la ventaja. El plan se concretó más o menos bien, a pesar del ingreso de Néstor Bareiro, el hombre más peligroso del visitante. Es que el delantero paraguayo se erigió, con poco, en el arma más inquietante del once aurinegro, exigiendo una buena respuesta de Islas en una ocasión y rematando desviado en otra. El encuentro se fue volviendo cada vez más deslucido, hasta que el volante Matías Escobar tuvo una chance clara para marcar, que tapó bien Matías Ibáñez, a los 37 minutos. Y un rato después, el árbitro cometió el segundo fallo grave de la noche al no convalidar una maniobra que terminó en gol de Escobar, por sancionar antes una falta de Díaz sobre Leone. Si hubiese esperado podría haber otorgado la consecuente ley de ventaja y Tigre hubiera aumentado la diferencia. Esta decisión arbitral desató el estado de nerviosismo general en los protagonistas de adentro y afuera de la cancha. Por eso, los cuatro tiros libres al área que el conjunto visitante lanzó en los últimos cuatro minutos se vivieron con suma tensión. El pitazo final trajo desahogo y alivio para los locales. Tigre sigue luchando por evitar el descenso e ingresó en zona de Promoción. Olimpo, por el contrario, está cada vez más complicado.