Domingo 30 de Marzo de 2008, 20:46

TIGRE RESCATO UN PUNTO EN ROSARIO

FUTBOL | Los equipos de Caruso Lombardi y Cagna empataron 1-1. Schiavi, de penal, puso en ventaja a los rosarinos. Rusculleda, de tiro libre, marcó para los de Victoria.

En el inicio del partido Newell’s salió con todo a llevarse por delante a Tigre, sin claridad, pero con mucha actitud, ante un equipo de Victoria que pareció verse sorprendido por la determinación de los rosarinos por pasar al frente. El problema para los locales fue el desorden que mostraron a la hora de atacar, porque por eso les faltó profundidad y todo pasó a ser empuje, sin claridad, ante un rival que se mostraba agazapado para la contra y bastante tranquilo en su zona defensiva porque Newell’s no generaba situaciones de gol. Pero el partido comenzó a abrirse gracias a un grosero error de otro de los malos árbitros del fútbol argentino, como lo es Pablo Lunati, quien cobró una falta inexistente de Román Martínez a Alejandro Da Silva dentro del área, que Rolando Schiavi, con un remate suave al palo derecho de Daniel Islas se encargó de cambiar por gol. A partir de la apertura del marcador comenzó otro partido, porque Newell’s se tranquilizó y comenzó a generar situaciones de gol desbordando a Tigre por las puntas, en especial por la derecha, sector donde se movía el ex Racing Nicolás Cabrera. Cuando mejor jugaba Newell’s y en el momento que justificaba su victoria llegó el empate de Tigre, marcado con un tiro libre ejecutado en forma magnífica por el ex Boca Sebastián Rusculleda. A partir de la igualdad Tigre fue más que los rosarinos, pero le faltó profundidad y decisión como para irse al descanso ganando, un partido que sobre el final de la primera etapa se le presentó muy favorable. En el segundo tiempo Tigre salió jugar mejor parado, dominando la pelota, haciéndola mover de un lado a otro, en forma muy prolija, pero fallando a la hora de cambiar de ritmo, por eso su protagonismo se diluía con e correr de los minutos. Los rosarinos, con muy poco, comenzaron a emparejar el partido, generando peligro con jugadas con pelota parada, teniendo Schiavi en su cabeza la más clara, llegando a los 20 minutos, pero sin poder vulnerar a Daniel Islas. Hasta los 30 minutos del segundo tiempo todo fue muy aburrido, porque ninguno de los dos le encontraba la vuelta al partido y sólo los desbordes de Nicolás Cabrera, la figura de la cancha, por derecha provocaban algo de emocion, pero no demasidado. Sobre el final los rosarinos fueron a buscar en forma desesperada la victoria pero no pudieron vulnerar a Islas, de buena tarde y por eso terminaron empatados.