FUTBOL | El equipo de Cagna venció 2-0 a Gimnasia de Jujuy, con goles de Román Martínez y Matías Giménez. En la visita fueron expulsados el técnico Ramacciotti y el volante Miramontes. Los del norte del Gran Buenos Aires, al menos por unas horas, igualan la línea de Vélez y Estudiantes.
Con realidades totalmente opuestas salieron a jugar Tigre y Gimnasia y Esgrima de Jujuy, en Victoria, y bajo un diluvio, que durante horas azotó al Gran Buenos Aires.
En ese comienzo del partido los dos equipos mostraron intenciones de ataque, con Tigre llegando al arco rival de manera más sencilla, porque con dos o tres toques sus jugadores se ubicaban en posiciones de ataque, mientras que lo de los jujeños tenía que ser todo mucho más elaborado para complicar a Daniel Islas.
Con el correr de los minutos los dirigidos por Diego Cagan se hicieron dueños de la pelota, pero les faltó profundidad para generar situaciones de gol.
En el primer cuarto de hora pese a tener menos la pelota, los jujeños tuvieron la primera situación clara, con un potente remate de Quinteros, que se fue rozando el palo derecho defendido por Islas.
A esa altura del partido los jujeños comenzaron a retrasarse en el campo de juego y los locales no le encontraron la vuelta para vulnerarlos, terminando casi todas las jugadas con centros al área que Loeschbor y compañía se encargaron de rechazar.
Con el correr de los minutos el partido comenzó a ser aburrido, sin emociones, con Tigre yendo a buscar la victoria, sin ideas, y con los jujeños conformándose con el empate, por lo tanto, el trámite pasó a ser mediocre y ordinario.
Pero Tigre de tanto ir tuvo su premio: Matías Giménez envió un centro recto al área, desde cerca de la mitad de cancha, Nereo Fernández salió mal y Román Martínez peinó la pelota para poner a los locales arriba en el marcador y con ese resultado se fueron al descanso.
En el arranque del segundo tiempo Tigre salió decidido a rematar el partido, pero falló a la hora de definir, sino hubiera liquidado rápidamente la historia de este partido en Victoria, pero el juvenil Leonel Altobelli no le acertó nunca al arco.
El panorama para los jujeños, cuyos nervios del banco de suplentes se trasladan a la cancha, al punto que Ramacciotti fue expulsado por ir a protestar en el entretiempo en el vestuario del árbitro Javier Collado, fue más oscuro cuando Matías Miramontes recibió su segunda tarjeta amarilla y dejó a su equipo con un hombre menos.
Si Gimnasia con once no podía, con diez menos. Y si Tigre hubiera estado en una noche fina hubiera goleado a Gimnasia, que tuvo en su arquero Nereo Fernández, con errores y todo, a su única figura. El resto de sus futbolistas corrieron sin sentido por la cancha.
A cinco minutos del final los dirigidos por Cagna le pusieron cifras definitivas a la historia con un lindo gol de Matías Giménez, quien con un remate desde el borde del área dejó sin chances a Nereo Fernández, para que Victoria se cierre una noche de lluvia con una verdadera fiesta.