Lunes 25 de Junio de 2007, 20:51

Tigre es de Primera

| El equipo de Cagna le ganó 2-1 a Nueva Chicago, con goles de Castaño y Galmarini. Los de Mataderos, que jugarán la próxima temporada en la B Nacional. El partido se suspendió a un minuto del final por invasión del público.

Tigre es de Primera. Los de Victoria lograron el tan ansiado ascenso, superando en la promoción a Nueva Chicago. En el partido de ida habían vencido 1-0 y en el desquite volvieron a triunfar, esta vez 2-1. Por primera vez desde que están instauradas las promociones los dos equipos provenientes de la B Nacional logran el ascenso a primera división. Con un gran trabajo de su arquero Daniel Islas, la capacidad de Leandro Lázaro y un sólido esquema táctico diseñado por su entrenador Diego Cagna, es que Tigre superó a Nueva Chicago. Todos esperaban un comienzo arrollador de Nueva Chicago, buscando de entrada el gol que le permitiera mantenerse en primera división. Sin embargo eso no sucedió. Tanto es así, que en los primeros 20 minutos de juego no generó una sola chance clara de gol. Y esto se dio de esta manera porque el equipo de Diego Cagna se plantó muy bien en la cancha, defendiéndose con criterio, sin refugiarse demasiado cerca de su arco y tratando de salir rápido de contra cada vez que recuperaba la pelota. Recién a los 22 minutos el conjunto de Mataderos tuvo una oportunidad clara para abrir el marcador, pero Daniel Islas pudo evitar el gol, luego de un remate desde dentro del área de Lucio Filomeno. Cuando Chicago comenzaba a arrinconar a Tigre contra su arco, cuando insinuaban con marcar la diferencia, llegó el gol de Diego Castaño, quien se anticipó a todos luego de un tiro libre ejecutado por Galmarini, para hacer delirar a los casi cinco fanáticos que fueron a Mataderos para alentar al equipo de Cagna. El gol de Tigre golpeó fuerte en el ánimo de todos en Mataderos, tanto de los jugadores como de los hinchas, sobre todo porque el equipo no tuvo reacción, al punto que los de Victoria estuvieron más cerca de aumentar el marcador que los locales de empatar. Para el segundo tiempo Carlos Ramacciotti mandó a la cancha un volante de características ofensivas como Cristian Zermatten, sacando a un zaguero (Pablo Nieva), hecho que provocó que pasara a defender con tres atrás, pero con dos laterales acostumbrados a pasar mucho al ataque. Es que a los de Mataderos otra no les quedaba, porque debían revertir un resultado, porque la derrota y el empate los mandaba a la B Nacional. Sin claridad, con mucha desesperación, Chicago se fue al ataque y en la primera contra Martín Galmarini, después de tomar dentro del área un largo pelotazo, definió de volea ante un irresoluto Carlos Navarro Montoya. Entonces la desesperación para el equipo local fue total, algo que no se apaciguó pese al tanto del descuento marcado por Federico Higuaín, quien con un remate cruzado, después de una excelente asistencia de César Carranza, superó el esfuerzo estéril de Daniel Islas. Los nervios, la tensión fueron los grandes protagonistas de los minutos finales. Con Chicago yendo a buscar y con Tigre esperando, agazapado, pero chocando en las contras con la seguridad en el fondo de Nicolás Sánchez. Al final hubo tiempo sólo para parar por un rato el partido porque gente de Chicago arrojó piedras hacia dentro de la cancha y para el festejo de todo un pueblo de la zona norte del Gran Buenos Aires, que después de mucho tiempo vuelve a tener a su Tigre en primera división.