Opinión | Darío Benedetto brilló en un partido que abrió el tanteador apenas 6 minutos del primer pitazo, pero Quilmes en una llegada volvió a alarmar la Bombonera.
¿Estamos ante la posible extinción de "[i]la mufa de Guillermo[/i]"?
Sin [b]Carlitos[/b] en cancha y en un partido en el cual el equipo debía demostrar y no dejar escapar más puntos como en [b]Mendoza[/b], el equipo de los mellizos Schelotto se quedó con 3 importantísimos puntos contra un equipo débil pero que con sólo una llegada, sembró la inquietud en el banco del local.
[i]El Pipa[/i] rompió su sequía [b]en el campeonato local[/b] con un taco a penas 6 minutos del inicio del partido. Con un grito que parecía desgarrar su garganta bostera y recobrarle la confianza al "pelado".
Boca después del primer gol, parecía bien entonarse y ubicarse bien en la cancha, pero en una inocente llegada de Quilmes, y un desborde con un pase hacia atrás fue donde [b]Da Campo[/b] impone el empate frente a unos centrales desconcentrados.
Quien conoce al [b]Pipa[/b], sabe de sus gustos por sus disparos afuera del área, pero fue una verdadera sorpresa el rotundo golazo desde los 26 metros, rozando la unión el ángulo del arco hacia [b]Casa Amarilla[/b], donde el arquero no tuvo nada que hacer.
Logrando participar en todas las jugadas claves en el ataque y marcando su tercer gol con actitud a sus contrincantes en una muy buena jugada de [b]Pavón[/b] para ir cerrando el resultado a 25 minutos del primer tiempo, Boca con el pelado a la cabeza ya piensan en el partido [u]contra Lanus del miércoles por Copa Argentina[/u].