San Lorenzo venció a Belgrano y se mantiene al acecho
| El equipo de Boedo se impuso por 1-0, con un gol de Roberto ‘Malingas’ Jiménez, a los 41 minutos del primer tiempo, en la Bombonera. Así, quedó como uno de los escoltas del certamen, a dos puntos de los líderes, River y Arsenal.
San Lorenzo derrotó anoche a Belgrano de Córdoba por 1-0, en el partido que cerró la tercera fecha del torneo Clausura, y de esta forma se ubicó entre los escoltas de los líderes, River Plate y Arsenal, a dos puntos de distancia. El único gol lo convirtió el delantero Roberto "Malingas" Jiménez, a los 41 minutos del primer tiempo del encuentro que se disputó en La Bombonera, debido a que el "Ciclón" debió cumplir con la suspensión de una fecha que pesaba sobre su estadio, el Nuevo Gasómetro.
Poco y nada ocurrió dentro del campo de juego. La novedad principal estuvo entre los bancos de suplentes, donde Ramón Angel Díaz, el ex entrenador e ídolo de River Plate, debió ocupar un lugar entre los asientos locales del estadio de Boca, que hasta lucían los escudos de su eterno rival en sus fundas.
Ramón se mantuvo parado durante todo el encuentro bajo la zona de palcos del estadio "xeneize", pero no pudo evitar que lo mandaran al banco local de La Bombonera, algo que jamás se hubiera imaginado, ni él ni ninguno de los simpatizantes riverplatenses que aún hoy lo tienen entre sus máximos idolos.
En lo que respecta al juego, el "Ciclón" mostró altibajos en su rendimiento, en el marco de un encuentro parejo, en el que casi no hubo situaciones de peligro en ninguna de las dos áreas. Recién a los 41 minutos se produjo la primera emoción de la noche, cuando "Malingas" Jiménez aprovechó un desvío dentro del área, luego de un centro desde la izquierda, y conectó de cabeza para poner el 1-0.
En segundo tiempo, el "Ciclón" arrancó complicado. A los 3 minutos, sufrió su primer susto con un tiro libre de Serrizuela, cuyo disparo dio en el palo izquierdo del arco defendido por Orión.
Quiso reaccionar San Lorenzo, pero Lavezzi no tuvo una noche inspirada, Gastón Fernández no cumplió con su rol de conductor y ni siquiera el ingreso del siempre movedizo Rivero le dio algo de dinámica al conjunto de Boedo.
Belgrano, por su parte, fue un monólogo de intentos improductivos. Si bien manejó la pelota durante algunos pasajes del encuentro, casi nunca inquietó a Orión. El espectáculo, en definitiva, se convirtió en un pesado compromiso, tan insoportable como la extraña y tediosa sensación que debió sufrir el entrenador "azulgrana", el día que Ramón fue local en La Bombonera.
Fuente: Télam.