FÚTBOL | El equipo de Russo no pudo con los de Llop. El conjunto de Boedo perdió 2-1, con goles marcados por Adrián Lucero, al minuto y medio del comienzo del partido, y Maximiliano Moralez, a los 19’. San Lorenzo salió "dormido" a la cancha y lo pagó caro. En el segundo tiempo descontó Aureliano Torres, con colaboración de Martínez Gullotta.
Los técnicos preparan los partidos en la semana, manejan variantes, esquemas tácticos, jugadas con pelota parada, algo que es para del trabajo y también del “verso” del fútbol.
Pero cuando un equipo convierte un gol al minuto y medio de iniciado el partido, como sucedió esta tarde en Avellaneda, todo lo planificado, todo lo que se había pensado, incluso el esquema táctico, se va al “diablo”.
Racing salió con todo a atacar a San Lorenzo y enseguida tuvo su premio, gracias al oportunismo de Lucero, a la suerte del rebote que dio la defensa azulgrana luego de una gran jugada de Moralez, la pelota le quedó a Pablo Lugüercio, quien de taco lo dejó solo al ex volante de Newell’s, par que convierta el primer gol del partido.
El equipo de Miguel Russo sintió el impacto, pero trató de salir con todo a buscar el empate, sin ideas, con más ganas que fútbol.
El problema para San Lorenzo pasaba por la poca participación de Cristian Ledesma en la generación de fútbol del equipo de Boedo, algo que provocaba que los delanteros quedaran aislados y todo pasaba por intentos individuales.
A todo esto Racing seguía siendo muy superior, gracias a la buena tarea Moralez, al criterio de Franco Zuculini y a lo punzante que se mostraron sus volantes abiertos (Lucero y Leandro González).
Por eso no extrañó que los de Avellaneda aumentaran la diferencia, a través de un penal que convirtió Moralez, con un remate suave al palo derecho de Agustín Orión, quien eligió arrojarse al otro lado. Brazenas había sancionado el tiro desde los doce pasos por una falta dentro del área de Nicolás Bianchi Arce al autor del segundo gol.
A partir de ese momento todo fue de Racing, por ganas, por empeño y por fútbol. Pero los de Avellaneda, que dilapidaron varias situaciones de gol, se fueron al descanso dejando con vida en el partido a San Lorenzo cuando tuvieron todo para liquidar el pleito.
En la segunda etapa Racing fue perdiendo posesión de la pelota y San Lorenzo se le fue acomodando mejor en su campo y provocando que regresaran las inseguridades y fantasmas. Los dirigidos por Russo apenas pudieron lograr el descuento vía Aureliano Torres, con colaboración de Martínez Gullota, para generar tensión y dramatismo en un partido que por lo que hizo en la primera etapa Racing no mereció sufrir para ganar.