FÚTBOL | El equipo que dirige Miguel Angel Russo cayó 1-0 con Universitario, en Lima. El único gol lo marcó el ex Boca Nolberto Solano, a los 20 minutos del primer tiempo. Los jugadores del equipo de Boedo fueron agredidos antes del partido.
La jornada empezó efectivamente mal para San Lorenzo, ya que al llegar al estadio Monumental el micro del plantel fue recibido a piedrazos por los hinchas del conjunto peruano, rompiendo un proyectil una ventanilla cuyos vidrios hirieron en la mano derecha al volante Alejandro Gómez.
Las autoridades del club de Boedo, junto al empresario televisivo y hombre fuerte del club, Marcelo Tinelli, efectuaron el reclamo correspondiente ante las autoridades de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Y poco después, ya en el campo de juego, antes de los 20 minutos el "Ciclón" no solamente se encontraba abajo en el marcador, sino que además perdió por falta de último recurso al defensor Jonathan Bottinelli. La falta cometida por el retornado zaguero azulgrana al delantero brasileño Ronaille Calheira, tras una precisa habilitación de Nolberto Solano, derivó en un penal que transformó en gol el propio "Ñol".
Hasta ese momento, sin embargo, el juego había sido equilibrado, inclusive con mayor posesión del balón de parte de San Lorenzo. Pese a este contratiempo, San Lorenzo nunca resignó posiciones en el campo de juego y no cedió espacios como para que se aprovechara de ello su rival.
Por eso, más allá de los destellos de Solano, Universitario no contó solamente con una real chance de aumentar la diferencia aprovechando un impacto de Rodolfo Espinoza que rebotó en el palo derecho.
De esta manera, con Pablo Barrientos y Santiago Solari tratando de generar fútbol, se extinguió la etapa inicial, generando en los azulgranas una sensación de superioridad jerárquica pese a la inferioridad numérica.
Por eso, arenga del técnico Miguel Angel Russo mediante, San Lorenzo salió al segundo tiempo con la idea fija de alcanzar el empate. Y rápidamente el conjunto argentino se hizo dueño del desarrollo y empezó a merodear con buenas posibilidades el arco defendido por el arquero Raúl Fernández.
La tarea del capitán argentino Carlos Galván comenzó entonces a hacerse importante en la zaga de los peruanos, que trataron de hacerse fuertes atrás, ante la reprobación de su público. Pero a San Lorenzo le faltaba un toque más de fútbol para quebrar esa muralla que poco a poco fue amontonando jugadores cada vez más cerca del arquero Raúl Fernández.
Entonces, sobre la media hora de la etapa final Russo apeló al "Papu" Alejandro Gómez en lugar de un punta como Andrés Silvera para darle más frescura a los movimientos ofensivos de su equipo. Y San Lorenzo fue desgranando una a una jugadas de riesgo cierto en derredor del arco limeño.
Pero la falta de puntería, de tranquilidad y precisión para aplicar la puntada final, le jugaron en contra a los argentinos, que pese a merecer ampliamente la paridad, sobre todo porque dominó jugando tres cuartas partes del partido con un hombre menos, terminó quedándose con las manos vacías. No fue evidentemente la noche de San Lorenzo, que al final hasta pudo recibir un segundo tanto de los peruanos, pero Gastón Aguirre lo impidió sobre la línea de sentencia.
Hubiese sido exagerado. Ahora San Lorenzo suma tres unidades, producto de su victoria por 4 a 1 sobre San Luis de Potosí en el debut, lo mismo que Libertad de Paraguay y el propio Universitario, aunque los guaraníes tienen un partido menos jugado, lo mismo que los mexicanos.
Fuente: Télam.