FÚTBOL | El equipo del Gallego Méndez jugó mucho mejor y esa diferencia se vio reflejada en el resultado. San Lorenzo pudo incluso haber aumentado en varias ocasiones, sobre todo cuando el Globo, que lleva ocho años sin ganar en el Nuevo Gasómetro, se quedó con uno menos por la expulsión de Filipetto.
Pegó en los momentos justos y fue inteligente. Esa fue la táctica de San Lorenzo para quedarse -una vez más-con el clásico ante Huracán. El Ciclón, entonces, gustó, goleó por 3-0, sumó su segunda victoria al hilo y comenzó a olvidar aquella crisis que sufría con Diego Simeone.
El resultado no miente y demostró la diferencia que hubo entre uno y otro. Con los dientes apretados, el equipo del Gallego fue a buscar la victoria desde un principio. Y la primera alegría se hizo desear más de lo esperado: Alejandro Gómez, a los 21 minutos, anotó el único tanto de la primera parte. El reloj pedía permiso y el Ciclón trataba la pelota con mucha tranquilidad. El Globo, sin embargo, tuvo su chance para igualar, aunque Pablo Migliore respondió y dejó las cosas como estaban.
En el complemento, Huracán salió con todo a buscar el empate, aunque nada de eso iba a suceder. Todo lo contrario. Los segundos 45 minutos, entonces, sirvieron para que San Lorenzo ampliara la diferencia y sellara su buena actuación en el nuevo Gasometro. Fabián Bordagaray y Cristian Leiva, con una definición exquisita, cerraron la faena.
De esta manera, el Ciclón sumó su segunda victoria consecutiva en la era de Sebastián Méndez, que-de a poco- pide permiso para continuar después de junio. El Globo, en cambio, se pinchó solo, arrastra ocho años sin ganar en el Bajo Flores y perdió su última posibilidad de subirse al tren del Clausura.