| El conjunto de Ramón Díaz se impuso con goles de Bottinelli (PT 24m) y Ferreyra (PT 26m). Ricardo Gómez (PT 32m) descontó para el Lobo. Lavezzi fue la figura.
El San Lorenzo de Ramón Díaz arrancó el torneo Clausura con un valioso triunfo como local ante Gimnasia de Jujuy, por 2-0. No fue una actuación sublime, pero el equipo consiguió los tres puntos y abrió la puerta para la ilusión.
El entrenador del Ciclón colocó una línea de tres en el fondo e intentó acaparar el mediocampo con cinco hombres, aunque el paraguayo Aureliano Torres fue el encargado de retrasarse unos metros cuando el Lobo buscó el ataque. La visita arrancó mejor y consiguió en los minutos iniciales superar con facilidad esa poblada barrera del local. Ramón no tardó en levantarse del banco para despertar a sus muchachos.
Hasta los 20, el equipo de Mario Gómez hizo mejor las cosas gracias al trabajo de Daniel Ramasco, quien fue un pulpo en el círculo central, y Ricardo Gómez, quien mostró sus condiciones de conductor y fue criterioso para repartir el juego. Además, Héctor Silva molestó mucho arriba con su movilidad y potencia. Justamente, Pochola pudo haber abierto el marcador a los 18, pero su cabezazo viajó manso a las manos de Agustín Orión.
Osmar Ferreyra, Torres y Ezequiel Lavezzi comenzaron a triangular por la izquierda, Cristian Ledesma ajustó la marca y el local se levantó de golpe. A los 22, el Malevo accionó su precisa zurza y dejó solo a Leonardo Ulloa, pero el espigado delantero realizó una extraña maniobra en el aire y desperdició la chance. Dos más tarde, Adrián González ejecutó un tiro libre y Darío Bottinelli conectó en soledad para el 1-0. Locura en el Nuevo Gasómetro y primera sonrisa en la cara de Ramón.
El gol pegó muy duro en el alma del Lobo y elevó definitivamente el ánimo del conjunto azulgrana, que aprovechó de una ráfaga de buen fútbol para ampliar su ventaja. A los 26, González metió un excelente cambio de frente, Lavezzi desbordó por la izquierda y la puso adentro para Ulloa, quien tocó atrás para la llegada de Ferreyra. El ex River le pegó de primera y decretó el 2-0. La visita se descuidó y pagó el precio, pero San Lorenzo se confió y sufrió en su arco. A los 32, Fabio Pieters se quitó la marca de Torres, llegó al fondo y dejó sólo a Gómez, quien empujó a la red. Resultado abierto para la segunda etapa.
A los dos se les terminó la nafta en el complemento, entregaron realmente poco, despertaron bostezos por doquier, carecieron de ideas para romper el candado y crearon muy pocas situaciones de peligro. Lo mejor fue del Ciclón, que tuvo más la pelota en los minutos iniciales y sobre el cierre se paró de contra para aprovechar la velocidad de Lavezzi.
El cansancio de la ardua pretemporada se notó demasiado y el espectáculo decayó notablemente. Sin embargo, dejó aspectos interesantes por recalcar: el Pocho demostró que está en un gran nivel, fue figura y se ganó el aplauso de la hinchada. Torres corrió muchísimo, se equivocó muy poco con el balón y siempre se mostró como salida por la banda izquierda. Sin embargo, Ramón deberá seguir trabajando para darle al equipo más seguridad en defensa, lo más flojo ante el Lobo.
El local podría haber ampliado el marcador sobre la hora, pero faltó precisión: a los 38, Lavezzi quedó mano a mano con Julio Valdivieso y remató al palo. Dos más tarde, el ingresado Diego Ribero armó una buena maniobre personal y disparó a las manos del arquero. Y a los 48, el Pocho volvió a correr más de 30 metros y le pegó sin fuerza.
Mario Gómez no se debe haber retirado del estadio conforme con el resultado, aunque tendrá que sacar cosas positivas: la buena tarea de Ricardo Gómez en la conducción y el trabajo del mediocampo para cortar el circuito de San Lorenzo en gran parte del encuentro.
Fuente: TyC Sports.