FÚTBOL | El conjunto dirigido por Juan José López y el de Ramón Díaz no supieron vulnerarse en el Bajo Flores, en un clásico mediocre que reflejó las posiciones de ambos en el torneo Apertura. Los de Núñez no pudieron alcanzar a Huracán en su lucha por evitar el descenso.
San Lorenzo y River Plate, de irregulares campañas en el Apertura, expusieron este domingo su anemia futbolística en el deslucido empate sin goles celebrado en el Nuevo Gasómetro, por la 15ta. fecha, ante 30 mil personas.
El resultado conservó al equipo de Juan José López en zona de Promoción y le impidió alcanzar a Huracán, equipo del escalón superior en la tabla de los promedios con una diferencia de dos puntos.
El conjunto dirigido por Ramón Díaz, con apenas un gol y sin triunfos en los últimos cuatro partidos, estuvo más cerca de la victoria pero no registró un acierto en ofensiva.
Después de la alegría por la victoria en el superclásico, River se conformó con un punto de visitante, condición en la que acumula siete partidos sin ganar.
A pesar de disponer algunos jugadores con sus puestos cambiados, San Lorenzo jugó un primer tiempo aceptable, en el que tuvo la iniciativa pero le faltó lucidez en la zona de definición.
Salvador Reynoso, número cinco clásico, trascendió por la banda derecha y Juan Carlos Menseguez -uno de los tres puntas del local- resolvió mal en ese mismo sector cada una de las posibilidades para desnivelar.
El centrodelantero Gonzalo Rovira, por empeño e inteligencia para pivotear, fue el más punzante del equipo dirigido por Ramón Díaz, pues Fabián Bordagaray -el tercer atacante- sólo obstaculizó la subida del lateral derecho Paulo Ferrari.
River, sin la tenencia de la pelota, logró sus llegadas más peligrosas al aprovechar las ventajas permanentes que entregó el marcador de punta derecho Sebastián Luna.
En una de ellas se produjo el córner del que derivó la jugada más clara para la visita cuando Pablo Migliore, a los 22 minutos, le tapó un disparo a "quemarropa" al defensor Alexis Ferrero, quien sorprendió por el segundo palo.
Poco después, también por una pelota detenida, San Lorenzo respondió con una volea de Guillermo Pereyra al palo izquierdo, en la ocasión más peligrosa de la parte inicial.
En el arranque del complemento Menseguez ratificó que no tenía una buena tarde porque, tras combinar con Bordagaray, perdió el gol ante Juan Pablo Carrizo con un disparo desviado en el área.
Pese a que ninguno de los dos jugaba bien, al menos el equipo de Díaz mostraba mayor ambición ofensiva a partir de su presión en el campo adversario.
A los 18 minutos Juan Manuel Torres, recostado por la izquierda, apareció libre en el área, tras un desborde de Rovira, pero pagó su falta de oficio en la definición. Fue la última ocasión para San Lorenzo.
River, por entonces, jugaba decididamente retrasado, sin ningún progreso en la cancha por la falta de comunicación entre sus mediocampistas y delanteros.
Su única chance hasta el final del partido se produjo por un error de salida de Jonathan Bottinelli y terminó con un remate a la carrera de Carlos Arano, que pasó cerca del ángulo superior derecho.
Fuente: Télam.