| River Plate se prendió en la lucha por el título del torneo Apertura de primera división tras vencer de visitante a Arsenal, en Sarandí, por 2-0, en un encuentro de la quinta fecha.
Los goles del equipo que dirige Daniel Alberto Passarella los convirtieron Fernando Belluschi, la figura de la cancha, a los 21 minutos del primer tiempo, y Ariel Ortega, de tiro penal, a los 8 del segundo.
Además, el árbitro Horacio Elizondo, de muy buena actuación, expulsó a los 4 minutos del complemento a René Lima, volante de River.
El conjunto de Núñez sumó 10 puntos, mientras que Arsenal se quedó con 7.
River manejó el partido de principio a fin, ya que mostró un juego sólido en todas sus líneas.
Sin embargo el gol de Belluschi llegó recién a los 21 minutos tras una buena jugada individual de Ariel Ortega, que habilitó al ex Newell's para que colocara la pelota junto al palo derecho de Mario Cuenca.
Antes de la apertura del marcador el equipo de Passarella ya había generado peligro con Gonzalo Higuaín y después desperdició varias chances para ampliar la ventaja en los pies del mismo jugador.
Arsenal sólo presentó oposición en los primeros 20 minutos y después fue superado por su rival en todas las líneas.
En el inicio del segundo tiempo Lima se fue expulsado pero River, lejos de desacomodarse, siguió con la misma línea de juego y a los pocos minutos se puso 2-0, luego de un penal ejecutado por Ortega al palo izquierdo de Cuenca.
Belluschi, que durante varios minutos jugó de mediocampista central (luego de la expulsión de Lima y antes del ingreso del uruguayo Marcelo Sosa), fue el jugador más claro de River, pero estuvo bien acompañado por Ortega e Higuaín.
Ese tridente ofensivo nunca pudo ser neutralizado por los defensores del conjunto local.
Además, la seguridad que transmitió la defensa (se destacó el muy buen trabajo de Eduardo Tuzzio) le dio al equipo la tranquilidad que le faltó en otros partidos del torneo.
Todo esto, sumado al bajo nivel futbolístico de Arsenal (que no hizo nada por torcer el rumbo del encuentro), hizo que River justificara un triunfo inobjetable.
De esta manera, el equipo de Passarella sumó su segundo éxito consecutivo y empezó a perfilarse como un aspirante al título, aunque todavía falta mucho y enfrente estuvo un equipo débil y de bajo nivel futbolístico.