FÚTBOL | El único gol del partido se produjo a los nueve minutos del primer tiempo, Cristian Alvarez -de penal- le dio la victoria a Arsenal, ante el mediocre River de "Pipo", quien dejaría su cargo. Los hinchas "millonarios" descargaron su bronca, mientras el equipo alcanzó otro récord: quince partidos sin ganar de visitante.
River le sumó resignación a su endeble presente futbolístico para alcanzar un nuevo récord negativo: quince partidos sin ganar en condición de visitante, además de quedar a quince puntos de la zona de Promoción.
El único gol del encuentro lo convirtió Cristian Alvarez, de penal, a los 9 minutos de la etapa inicial, en la primera pelota que Arsenal pudo introducir dentro del área del equipo visitante.
Arsenal aprovechó el desconcierto defensivo de River desde el comienzo, porque Alexandre Medina fue derribado de manera infantil por Gustavo Cabral para que el árbitro Cristian Faraoini sancionara correctamente el penal que transformó en gol Cristian Alvarez.
Lejos de escarmentar, el conjunto dirigido por Néstor Gorosito volvió a trastabillar en la última línea, en una acción que rozó el amateurismo.
A los 10’, un choque entre los centrales y el arquero ‘millonario’ ante la presión de los delanteros derivó en un tanto mal anulado a Medina, por decisión del juez de línea, que levantó su banderín ante una infracción u offside inexistentes.
Arsenal, que no tuvo problemas mayores, pudo ampliar la ventaja a los 16 minutos, tras una pelota detenida ejecutada por Cristian Alvarez que cabeceó afuera Aníbal Matellán ante la pasividad de las camisetas blancas con banda roja.
Hubo que esperar hasta la media hora de partido para ver otra emoción, porque Javier Yacuzzi pateó un tiro libre que se fue un metro arriba del arco defendido por Nicolás Navarro.
Gorosito le pasó factura de los problemas defensivos a Cabral al disponer el ingreso de Nicolás Sánchez en su lugar, a los 35 minutos del primer tiempo.
Lo único que generó esta versión pálida de River en el primer tiempo fue dos tiros libres, primero en los pies de Ariel Ortega, después de Matías Abelairas, pero ambos con el mismo destino: las manos de Cristian Campestrini.
La última carta de Gorosito para un segundo tiempo sin emociones de ninguno de los dos lados fue meter en el campo de juego a Cristian Fabbiani, que fue más de lo mismo y lo más importante fue su cruce verbal con los hinchas.
River tuvo la pelota y Arsenal jugó de contragolpe, pero los arqueros fueron espectadores de lujo, más allá de un remate desde afuera del área de Buonanotte que embolsó Campestrini.
Cuatro puntos sobre quince en el campeonato local y una eliminación temprana en la Copa Sudamericana serán demasiado para Gorosito, que no sería despedido pero tampoco tendrá espaldas para mantenerse en el cargo
-a pesar de “tener pelotas”- hasta diciembre tras el “andate Pipo” que se escuchó en Sarandí.
Fuente: Télam.