| River tuvo una tarde para olvidar, volvió a decepcionar con su juego y Gimnasia y Esgrima de Jujuy se animó y logró una impensada victoria por 1-0 en Liniers.
Con gol de Mario Turdó en el segundo tiempo, el equipo jujeño consiguió un importante triunfo de visitante, mientras que River nunca encontró el rumbo del partido.
River arrancó para ilusionar a sus hinchas, pero a medida que pasaron los minutos su juego ofensivo se fue diluyendo y permitió que Gimnasia se anime a atacarlo. El problema que tuvo el equipo de Daniel Passarella fue por el costado derecho de su ataque, ya que Diego Galván y Paulo Ferrari se superponían y se chocaban continuamente.
Por su parte, los jujeños se dignaron a esperar al local y en el último tramo del primer tiempo logró aproximarse al arco defendido por Juan Pablo Carrizo.
En los primeros diez minutos del capítulo, River elaboró sus dos jugadas más importantes del capítulo inicial. A los 2, Ernesto Farías envió un centro al área y lo tomó Galván, quien se demoró en la definición y posibilitó que el defensor Mauricio Almada despejara en la línea. Cinco minutos más tarde, Farías controló en la puerta del área un envío de Galván y sacó un potente disparo que provocó una destacada intervención del arquero José Valdiviezo.
Al no poder convertir River se fue desinflando y Gimnasia, con el buen trabajo de sus cinco volantes, manejó el medio y llevó el partido lejos del arco de Valdiviezo. El equipo de Passarella no elaboraba juego, ya que Fernando Belluschi estaba contenido en el sector izquierdo y al doble cinco de Oscar Ahumada y Leonardo Ponzio no le llegaba el balón.
Gimnasia no fue peligroso en sus insinuaciones, pero con pelotas paradas sembró de dudas al fondo millonario y culminó mejor el primer tiempo siendo ordenado y solidario. El complemento comenzó de la misma manera que el primer período. River decidido a salir a buscar el gol y los jujeños cada vez más tirados atrás. Galván era en los primeros minutos de la segunda parte el hombre más importante del local por sus escaladas por la derecha, pero Passarella decidió reemplazarlo por Ariel Ortega y en ese momento River perdió sorpresa.
El conjunto anfitrión se desdibujó, no tuvo sorpresa y no generó ninguna ocasión clara para quebrar a una defensa jujeña que siempre estuvo bien armada. El visitante estaba cada vez más pegado a su arquero y casi ni atacaba. Pero, a los 34, salió un pase largo desde la defensa al ingresado Turdó, quien corrió el balón por el medio de los centrales riverplatenses, Nelson Rivas y Federico Lussenhoff, y a la carrera remató al palo izquierdo de Carrizo. Así la visita consiguió la ventaja que era impensada antes del comienzo del partido, pero que la consiguió porque aprovechó la única chance neta que tuvo.
De esta manera, River sembró más dudas que certezas de cara al futuro y cayó por segunda vez en el torneo ante un equipo que venía a llevarse un punto y terminó logrando una victoria sorpresiva, pero merecida al fin.
Fuente: DyN.