Jueves 28 de Febrero de 2008, 09:44

River logró el milagro y ganó con el último suspi

FÚTBOL | El equipo "millonario" venció 2-1 al América. Cabañas puso en ventaja a los mexicanos, pero Falcao igualó y Ortega, en tiempo de descuento, provocó el delirio de todo el estadio Monumental. Los dirigidos por Simeone jugaron mal pero buscaron en todo momento la victoria.


River Plate venció en forma agónica al América de México 2-1, con un gol de Ariel Ortega en tiempo de descuento, en un partido válido por el Grupo 5 de la Copa Libertadores y gracias a esta victoria aún mantiene vivas sus chances de clasificar a la siguiente fase. El paraguayo Salvador Cabañas puso en ventaja al América, en la primera etapa, pero antes de irse al descanso Radamel Falcao dejó las cosas iguales. En el segundo tiempo, de tanto ir a buscar, de tanto chocar con el arquero mexicano Armando Navarrete, pese a no jugar bien, Ortega le dio una alegría enorme a los hinchas de River, quienes ya se estaban retirando frustrados del estadio Monumental. El partido se jugó en una cancha de River colmada por simpatizantes locales, que sobre el final deliraron como pocas veces, con un regular arbitraje del chileno Ruben Selman. River jugó mal, no tuvo juego asociado pero su legitimó su triunfo por sus intenciones de ganar siempre el partido, hasta cuando no le salían las cosas y porque en los minutos finales apareció Ortega en toda su dimensión, más allá del gol, para poder inclinar la balanza. Tal como adelantó el entrenador del América, el argentino Ruben Romano, los mexicanos salieron a atacar a River, que se vio sorprendido y desbordado por las puntas y por el medio. En los primeros cinco minutos los visitantes arrinconaron a los locales contra su arco, pero sin generar situaciones claras de gol, porque fallaban en el último pase, algo que provocaba que sus buenas intenciones de diluyeran. Y mientras la defensa de River se veía sorprendida, una aparición de Ariel Ortega pareció comenzar a cambiar la historia, porque el “Burrito” tomó una pelota fuera del área, enganchó y remató al arco, pero el palo salvó a los mexicanos. En ese momento el público de se levantó entusiasmado, pero enseguida volvieron a sentarse, porque América volvió a dominar el juego y antes de los 15 minutos apareció Juan Mosqueda por la derecha, envió un centro preciso que tomó el paraguayo Cabañas para convertir sin problemas el primer gol del partido. Todos esperaban una reacción inmediata del conjunto de Núñez, pero el tanto agrandó más a los mexicanos, que en diez minutos tuvieron tres chances claras para aumentar el marcador, una inmejorable en los pies de Rodrigo López, a los 24 minutos, que salvó Juan Pablo Carrizo con su pie derecho. Recién después de los 30 minutos de la etapa inicial los locales comenzaron a inquietar al América y de tanto ir, chocando la mayoría de las veces, llegó el empate de Falco, quien convirtió luego de una asistencia perfecta de Sebastián Abreu le sirvió el gol al colombiano. En el arranque del segundo tiempo River salió con otra actitud, se fue con todo a buscar la victoria, generando situaciones de gol, favorecido por el ingreso del chileno Alexis Sánchez, quien con su gambeta y su velocidad complicó a toda la defensa mexicana. Pero después de ese arranque “furioso” River se cayó, porque Abreu no pesó en el área, porque a Falcao, quien si se mostró activo, no le llegaba la pelota y Ortega aparecía poco y nada. Entonces, al equipo de Núñez se le hizo todo muy complicado y en forma esporádica generaba peligro, pero también se exponía a la contra del América, que para su suerte en la parte final comenzó a conformarse con el empate. Simeone buscó variantes, mandó a la cancha a Buonanotte y el “chiquito” por la izquierda generó peligro, sobre todo cuando Ortega se asociaba a su juego. Y cuando River generaba peligro apareció el arquero Armando Navarrete para ahogar el grito de gol del colmado estadio Monumental. A partir de la media hora del segundo tiempo River arrinconó a los mexicanos, con Ortega conduciendo, en ese momento con criterio, los dirigidos por Simeone se decidieron a ganar sí o sí el partido. Cuando la decepción sumía a todos los hinchas Millonarios, apareció Ortega dentro del área, para en tiempo de descuento provocar el delirio de todos y para que una noche que era más negra que nunca se transformara en un fiesta, segundos antes del tanto impensada. Fuente: Télam.