Lunes 20 de Noviembre de 2006, 09:49

River lo resolvió con una ráfaga de fútbol

| Dejó dudas en el comienzo, pero se despertó a tiempo y con goles de Gallardo (ST 7m) e Higuaín (ST 10m) selló el triunfo en el Monumental.

Un ratito de inspiración le bastó a River para tapar las dudas del comienzo. Es que el equipo de Passarella no había jugado bien durante la parte inicial, tal vez golpeado por no sentirse parte (en palabras del propio entrenador) de la compulsa por el título y parcialmente atareado por un Gimnasia lleno de problemas, que por momentos lo complicó y luego aguantó hasta donde pudo. Hasta que en el segundo tiempo el local se decidió y el 2-0 trazó cierta fidelidad con las expectativas. Igual, River sigue a siete puntos de Boca y se le esfuma el sueño. De movida, River procuró ser prolijo en el manejo y paciente para hilvanar cada ataque, con Gallardo como eje y ante un rival agazapado. Enseguida, Higuaín tuvo una clarita, pero su cabezazo a quemarropas de Kletnicki provocó el lucimiento del arquero visitante. Gimnasia se fue animando de a poco y les llevó problemas al fondo local. Las escaladas de Cabrera a espaldas de Zapata fueron un problema sin solución para los de Passarella. El volante del Lobo pisó el área en dos oportunidades y con una definición que pasó apenas arriba del travesaño y un derechazo que besó el palo derecho dejó sin aliento a los hinchas locales, que a falta de un público con el cual retarse a un duelo verbal se pasaron los 90 minutos profiriendo cánticos hirientes contra los jugadores rivales, a raíz de su sospechada intervención en el partido frente a Boca. Hasta que en el segundo tiempo River se decidió y metió dos estocadas letales. Primero fue Gallardo, quien sacó un derechazo desde la medialuna, la pelota se desvió en Semino (había rechazado mal en la acción previa) y descolocó a Kletnicki. Tres minutos después, Higuaín (fue observado por un emisario del Real Madrid) aprovechó el desconcierto del fondo rival y resolvió con un zurdazo corto, de media vuelta, luego de que el arquero abortara un intento de Farías. Enseguida, Semino rubricó con tinta seca una pobre actuación al ser expulsado por doble amarilla. Y entonces River dominó a gusto. De no haber sido por impericias en la definición (Gallardo e Higuaín desperdiciaron sendos mano a mano) y un par de buenas intervenciones de Kletnicki, el resultado habría sido más holgado. Al fin y al cabo, el 2-0 valió tres puntos para sostener la ilusión. Fuente: TyC Sports.