Domingo 12 de Junio de 2011, 20:50

River igualó ante Estudiantes y todavía sufre por la Pro

FÚTBOL | El conjunto dirigido por Juan José López se puso en ventaja con gol de Paulo Ferrari, a los 2 minutos del segundo tiempo, pero a los 8’ apareció Matías Sarulyte para establecer el 1 a 1 final. Para evitar la Promoción, River necesita vencer a Lanús y que Olimpo no le gane a Quilmes en la última fecha.

River Plate continúa complicado con el promedio del descenso, luego de empatar este domingo 1 a 1 con Estudiantes de La Plata, en cancha de Quilmes, en partido correspondiente a la 18va. y penúltima fecha del Clausura. El elenco de Núñez se puso en ventaja a los 3m. del segundo tiempo, por intermedio de un remate de Paulo Ferrari, pero su par `pincha` estableció la igualdad definitiva, a los 8m. del complemento, con un cabezazo de Matías Sarulyte. Con este resultado, el conjunto de Juan José López, que suma seis encuentros sin ganar, reúne un promedio de 1,247, coeficiente que todavía lo pone por encima de Olimpo de Bahía Blanca (1,216), situado en zona de Promoción y que en la última fecha jugará todas sus cartas en el duelo contra Quilmes, hoy ubicado en descenso directo. El conjunto `millonario`, que suma 141 puntos en la tabla global de las tres temporadas, también depende, además de ganarle a Lanús, de lo que haga la próxima semana Tigre (143), que deberá visitar a Argentinos Juniors. Lo cierto es que la multitud que acompañó al equipo de Núñez al estadio Centenario se retiró, una vez más, con un franco estado de decepción, mezclado con angustia, ante la inminencia de un destino que parece irremediable. Porque más allá de que River logre o no eludir la Promoción que deberá protagonizar con un equipo de la B Nacional, desde la cancha, el equipo trasmite una sensación de resignación. Como sabedor de que no podrá torcer su suerte. La cautela expuesta por `Jota Jota` -hoy nuevamente plantó seis o siete jugadores, según los momentos, en posición defensivas- se traslada al funcionamiento colectivo de un equipo que hace rato ha dejado de serlo: porque el `millonario` en este segundo tramo del campeonato transita la cancha a la espera de un error del rival o de aprovechar una jugada de pelota parada que le dé múltiples réditos. Durante los primeros 20 minutos de juego, ahí sí, la ilusión óptica engañó y hubo una presunción de que River apretaría arriba a un Estudiantes que, sin presiones y con algunos juveniles, ya no tiene el poderío, por ejemplo, del pasado Apertura en el que se clasificó campeón. Pero enseguida volvió la trama a su cauce original y previsible. River no se desordenaba, presionaba en la mitad de la cancha y dependía de los encuentros (escasos) de la dupla conductiva Erik Lamela-Manuel Lanzini. Esos 45 minutos iniciales transcurrieron dentro de una medianía que apenas se sacudió con algunos remates desde media distancia. En la segunda parte, el prematuro gol de Ferrari (remate desde fuera del área, tras capturar un rebote, que se le metió abajo a Agustín Orión) hizo imaginar otro partido. Pero River no pudo sostener por mucho tiempo la diferencia y cinco minutos más tarde, en un tiro libre desde el costado derecho de la cancha, Leandro Benítez le puso la `bola` en la cabeza a Sarulyte y, de vuelta, tablas. Lo que sí es cierto que el empate rápido de Estudiantes neutralizó completamente a River que, desde esa instancia, agudizó su complejo de equipo temeroso y falto de audacia. La insólita salida de Enzo Pérez (fue cambiado por el DT Luis Suárez cuando se tornaba en protagonista de las acciones ofensivas del `pincha`) equilibró el desarrollo. `Jota Jota` López no pudo cambiar el rumbo ni siquiera con los ingresos de Rogelio Funes Mori o Mariano Pavone (insistentemente pedido por la gente visitante), aunque el ex Betis de España apenas estuvo seis minutos en cancha. En suma, el empate resultó lógico a partir de lo mostrado por uno y otro. Pero River ya está con el agua al cuello y deberá jugarse la grandeza condensada en 110 años de títulos y gloria en el partido de la semana próxima con Lanús. Fuente: Télam.