FUTBOL | El equipo de Simeone venció por 2-0 a Universidad Católica, de Chile, con un gol del colombiano Falco, antes de que pasaran los primeros 60 segundos de juego, y otro de Abreu, a los 26 de la parte final. Se retiraron lesionados Oscar Ahumada y Eduardo Tuzzio.
River Plate le ganó 2-0 a Universidad Católica, de Chile, dando un paso importante hacia la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores, en un partido válido por el grupo 5 del certamen continental.
Radamel Falcao, a los 39 segundos del primer tiempo, y el uruguayo Sebastián Abreu, a los 26 minutos de la segunda etapa, marcaron los goles del equipo de Diego Simeone.
El encuentro se jugó en un estadio Monumental, donde hubo una buena concurrencia, con un buen arbitraje del paraguayo Carlos Torres.
Sebastián Abreu, con un gol y una asistencia, se convirtió en la figura de la cancha, aunque en su mismo nivel estuvo Diego Buonanotte, quien por el sector izquierdo complicó siempre a sus rivales.
En parte el partido comenzó y tardó menos de un minuto en finalizar, porque River antes de llegar a los 60 segundos se puso en ventaja. Salieron del vestuario y ya estaba ganando 1-0 el conjunto argentino.
Los dirigidos por Diego Simeone sacaron del medio lanzando un largo pelotazo hacia la izquierda para Diego Buonanotte, quien ganó un lateral, que se hizo rápido, derivando la jugada en un centro al área que bajó Sebastián Abreu para Falcao, que estaba solo y con la ayuda del arquero argentino José María Buljubasich el colombiano desató la locura en el estadio Monumental.
Todo lo que imaginaron en la previa los entrenadores, los jugadores y hasta los hinchas se vino abajo -o arriba, según por donde se lo mire- en tan solo 40 segundos.
Y entonces con el partido recién iniciado, de alguna manera, empezó otro encuentro, con la misma duración, porque River salió prácticamente ganando desde el vestuario.
Los chilenos amenazaron con no haber sentido el gol en contra, porque a la jugada siguiente estuvieron cerca de empatar con un remate de larga distancia. Pero esa fue su única reacción seria en la primera etapa.
Durante los 45 minutos iniciales dio la sensación que River convertiría el tercer gol antes que el segundo, porque la diferencia fue muy grande.
Con Diego Buonanotte siendo imparable por el sector izquierdo se gestó lo mejor del equipo de Simeone, quien se fastidiaba, hasta en exceso, cada vez que algunos de sus dirigidos perdía goles.
Es cierto que River estuvo cerca de aumentar, pero no terminó de generar situaciones de gol totalmente claras porque falló por lo general en el último pase. Y eso que Buljubasich en varias oportunidades hizo todo lo posible para que llegara el segundo tanto.
La cuestión es que River buscó durante los 45 minutos irse al descanso por más de un gol de ventaja, pero no pudo, por sus propios errores cuando tenía todo servido hasta para golear y se tuvo que ir al entretiempo ganando sólo 1-0.
Como se esperaba, en el segundo tiempos los chilenos salieron con todo a tratar de igualar pero, pese a manejar la pelota ante un River muy retrasado en el campo, no pudieron generar situaciones de riesgo.
El panorama para River se complicó porque a los 10 minutos del segundo tiempo Simeone gastó los tres cambios, saliendo Oscar Ahumada, en la primera etapa, y luego Eduardo Tuzzio y Radamel Falcao, todos lesionados, y después se lesionó Gustavo Cabral.
Los cambios de Ahumada, por él entró Leonardo Ponzio, y Tuzzio, ingresó Danilo Gerlo, no cambiaron nada pero cuando tuvo que ser reemplazado Falcao el técnico mandó un volante central a la cancha, como Nicolás Domingo, cambiando el esquema, porque pasó Buonanotte a moverse como enganche, con Mauro Rosales, de poca participación, a acompañar a Abreu en la ofensiva.
La noche que había comenzado bien para River comenzaba a ponerse oscura en la parte final, pero Luis Núñez, quien ingresó a los 21 minutos del segundo tiempo, tardó 180 segundos en irse expulsado y le solucionó los problemas a los millonarios.
Y después de la ayuda del delantero, apareció otro colaborador clave en esta victoria, como el arquero Buljubasich, quien no pudo retener un centro de Nicolás Domingo y en el rebote Abreu marcó el segundo, sentenciando la historia del partido, porque a partir de ese momento sólo se esperó el final del encuentro.
Con esta victoria River se acomoda como líder del grupo 5 de la Copa Libertadores, teniendo que enfrentar el miércoles que viene, en México, al América, acercándose de ese modo al primer objetivo, que es avanzar de fase.