FÚTBOL | El equipo de Núñez venció anoche, en Santiago de Chile, 2-1 a Universidad Católica. Abreu abrió el marcador sobre el final del primer tiempo y en el inicio de la etapa final dejó todo como al comienzo Gutiérrez. Y a dos minutos de terminar el encuentro Rosales le dio la victoria a los argentinos.
River Plate le ganó 2-1 a Universidad Católica, en Chile, revirtiendo de ese modo una racha de 16 partidos sin poder vencer en condición de visitante, en un encuentro correspondiente al grupo 5 de la Copa Libertadores.
Sebastián Abreu puso en ventaja a River a los 43 minutos del primer tiempo, mientras que Roberto Gutiérrez igualó para los chilenos, a los 2 de la segunda etapa. Y a dos del final Mauro Rosales le dio el triunfo a los dirigidos por Simeone.
El partido se jugó en el estadio San Carlos de Apoquindo, de Chile, con un regular arbitraje del brasileño Salvio Fagundes.
River jugó un primer tiempo aceptable, pero se quedó en la parte final, pero su actitud fue suficiente para justificar un triunfo clave en sus aspiraciones para avanzar de fase en la Copa Libertadores.
Los dos equipos empezaron el partido estudiándose, observando los movimientos, sin arriesgar mucho, pero con River con una actitud un poco más ofensiva, con un Ariel Ortega bien suelto tratándose de hacerse dueño del equipo y con los dos delanteros moviéndose por todo el frente de ataque.
Una vez que pasó el estudio los dirigidos por Diego Simeone fueron los primeros en generar peligro, con un “zurdazo” rasante de Augusto Fernández, a los ocho minutos, que el argentino y ex River José María Buljabasich con mucho esfuerzo envió al corner.
Pero en los minutos siguientes el equipo argentino se quedó, perdió la pelota en manos de los chilenos, que muchas ideas a la hora de atacar no mostraban, y todo pasó a ser muy aburrido.
River intentó se profundo por las puntas, pero ni sus laterales ni sus volantes sorprendían y Alexis Sánchez, muy silbado por el público local, en los primeros 20 minutos de juego no logró realizar un solo desborde ni envió un centro medianamente “decente” como para que Sebastián Abreu pueda aprovechar.
Universidad Católica mostró muy poco, al punto que su primer remate franco medianamente serio fue a los 21 minutos, con un disparo de Ricardo Gutiérrez que atrapó en el medio del arco sin mayores inconvenientes Juan Pablo Carrizo.
En el medio del aburrimiento que era el partido, a la hora de atacar siempre fue más peligroso River, que a los 26 minutos tuvo otra buena oportunidad para abrir el marcador, en una contra que inicio Carrizo con un saque con la mano hacia Ortega, quien se la dio a Alexis Sánchez, el chileno habilitó a Matías Abelairas, quien entrando al área remató cruzada desde la izquierda apenas desviado.
La defensa de River tuvo una noche tranquila en la parte inicial, salvo a los 36 minutos, cuando Roberto Gutiérrez, en una buena jugada personal, dejando en el camino a Gustavo Cabral, quedó mano a mano con Carrizo, pero el arquero con sus pies evitó la caída de su valla.
Cuando el primer tiempo se moría, apareció Ortega para con un toque sutil habilitar a Augusto Fernández, quien apareció solo por izquierda y el volante cuando quedó mano a mano con el arquero lo vio a Abreu entrando por el medio del área sin marca y sin egoísmo le cedió el gol para que el uruguayo pusiera arriba en el marcador a River, con toda justicia.
En el comienzo del segundo tiempo los chilenos salieron con todo, empujando a River contra su propia área y tardaron sólo dos minutos en llegar al empate: pase profundo a Iván Vázquez, quien entró solo por la izquierda de su ataque y le sirvió el gol a Gutiérrez, quien debajo del arco sólo tuvo que empujar la pelota al gol.
Demasiado rápido llegaron al empate los chilenos pero River intentó no sentir el golpe y enseguida en los pies de Ortega tuvo otra vez la posibilidad de ponerse arriba en el marcador pero salvó Buljubasich.
Universidad Católica con el correr de los minutos de la parte final empezó a intentar ataca más, aprovechando que Leonardo Ponzio ya no recuperaba tanto como en la primera etapa, pero falló en la estocada final.
Ante este quedo de River Simeone intentó cambios ofensivos, para mandar a su equipo al frente: entraron Diego Buonanotte por Abelairas y Mauro Rosales por un inexpresivo Alexis Sánchez, quien además se fue de la cancha con una molestia muscular.
Los cambios del entrenador de River no dieron resultado, porque los argentinos siguieron sin acertar cuando atacaban, pero para su suerte Universidad Católica tampoco generó peligro, salvo con remates de larga distancia, que hicieron figura a Carrizo.
Cuando el partido terminaba esta vez la siesta se la durmieron los chilenos, apareció Rosales por izquierda y cuando quedó cara a cara con el arquero no falló y de ese modo River logró sumar una victoria clave para las aspiraciones del conjunto de Núñez en la Copa Libertadores.
Fuente: Télam.