FÚTBOL | En un partido vibrante, con muchísimas situaciones de gol y errores defensivos al por mayor, River consiguió en el octavo minuto de descuento, mediante un cabezazo de Radamel Falcao García, empatarle a Rosario Central.
El presente de River Plate parece estar condenado al sufrimiento. Luego de la heroica clasificación para los cuartos de final de la Copa Sudamericana, con un triunfo histórico ante Botafogo, de Brasil, los dirigidos por Daniel Passarella tenían la oportunidad de prenderse también en la pelea por el título del torneo Apertura, ante un rival que -en los papeles- aparecía como de los más accesibles.
Rosario Central, último en la tabla de posiciones y muy comprometido con su promedio para el descenso, llegaba al estadio Monumental con muchas necesidades y pocas virtudes. Encima, a los 18 minutos, se quedó sin su jugador más experimentado: el ‘Kily’ González debió salir del campo de juego debido a una lesión y en su reemplazo ingresó un juvenil desconocido (al menos, hasta ese momento): Martín García.
River dispuso de muchas situaciones favorables, pero falló -una vez más- a la hora de definir y a ello se sumó una desprolija labor defensiva, tanto en el mediocampo como en la zona más cercana al arco defendido por Juan Pablo Carrizo. Así, le permitió a los volantes rosarinos aproximarse sin demasiadas dificultades contra su área y disponer de tiempo y espacios para probar al arco.
Tomás Costa, en dos ocasiones, intentó con remates desde afuera del área y Damián Díaz, con una gran jugada individual por la izquierda, casi sorprende en el primer palo al guardavalla ‘millonario’, que finalmente desvió la pelota al córner.
Los locales tuvieron varias situaciones, aunque la más clara sucedió a los 23 minutos: Belluschi envió un centro preciso desde la derecha, para el ingreso del juvenil Andrés Ríos, quien definió -sin marcas- con un cabezazo al medio del arco, que encontró bien ubicado al arquero Álvarez. En esa misma jugada, el rebote lo tomó Augusto Fernández, quien disparó desde la puerta del área y la pelota rebotó en el travesaño.
River sufrió por sus propias falencias. No definió correctamente las buenas situaciones que se le presentaron y tampoco defendió con acierto. Demostró que su irregularidad en el certamen local es capaz de hacerle ganar partidos increíbles y ante los rivales más complicados, como sufrir las derrotas más inesperadas ante los equipos más débiles.
Entonces, a los 40 minutos, el ingresado Martín García se hizo conocer. Aprovechó que los defensores locales no lo “apretaron” y probó con un remate desde afuera del área que se metió en el arco ‘millonario’. Sorpresivamente, Rosario Central se fue con un triunfo por 1-0 a los vestuarios, al término del primer tiempo.
Para el complemento, el técnico Passarella hizo ingresar al juvenil Buonanotte y al colombiano Falcao, el gran héroe en la remontada histórica ante los brasileños del Botafogo. Y en apenas dos minutos, Radamel respondió con llegadas de peligro: al minuto, envió un centro desde la derecha para el cabezazo de Belluschi, pero los zagueros ‘canallas’ rechazaron el balón sobre la línea; a los 2m. remató desde la izquierda, la pelota rozó en el palo y salió.
River fue un conjunto “partido”, que vivió dos realidades muy diferentes dentro de su misma alineación: su poderío ofensivo contrastó claramente con sus debilidades defensivas. Así, en un contragolpe rápido, los visitantes ampliaron su ventaja, después de una definición exacta de Damián Díaz, que se metió en el ángulo derecho para poner el 2-0.
No obstante, los insultos esta vez no se hicieron sentir como en otras ocasiones en el Monumental. La imagen de la remontada histórica ante el Botafogo permanecía latente entre los hinchas, que siguieron alentando pese a la derrota. A los 16 minutos, Andrés Ríos aprovechó un despeje corto de Papa dentro del área y marcó el descuento.
Tuvo cinco minutos de sufrimiento, cuando Central casi lo liquida con una gran intervención individual de Díaz, quien eludió a varios rivales y remató al arco, pero Carrizo evitó la conversión. El optimismo, pese a lo que se observaba dentro del campo, era la sensación imperante en las tribunas. Y así sucedió: a los 29 minutos, el juvenil Buonanotte hizo un excelente disparo desde lejos y clavó la pelota en el ángulo izquierdo, para poner el 2-2 y acrecentar las esperanzas.
Fue un final para el infarto. Porque las llegadas fueron constantes sobre ambos arcos. Pudo ganarlo River, que dispuso de una chance neta a los 40 minutos, pero Ríos remató por encima del travesaño desde dentro del área. También pudo ganarlo Central, con un contragolpe que definió Papa, luego de un remate trabado de García. Volvió a disponer de una clara posibilidad el local, a los 43 minutos, cuando Buonanotte no pudo definir ante la salida del arquero Álvarez y remató junto al palo derecho.
El peligro se trasladaba de un lado al otro del campo. Pero el sueño se convirtió en pesadilla: a los 47 minutos, en tiempo de descuento, Ledesma le dio un pase exacto al boliviano Raldes, quien quedó sólo ante Carrizo y lo definió con un remate fuerte y alto. Parecía una derrota sellada para los ‘millonarios’, hasta que el gran héroe ante Botafogo, el colombiano Falcao, metió un cabezazo de emboquillada, cuando se jugaban ocho minutos de descuento y marcó el 3-3 definitivo.
Fuente: Télam.
