FÚTBOL | El equipo de Avellaneda le ganó 1 a 0 a Argentinos Juniors, con un gol marcado por Leandro González, a los 14 minutos del primer tiempo. El partido fue malo, muy trabado y con un pésimo arbitraje de Sabino. Los dirigidos por Llop sumaron tres puntos por primera vez en el torneo.
En el comienzo del partido quedó claro como iba a ser el juego: trabado, áspero, con muchas infracciones, protestas y de fútbol poco y nada. Para colmo las dimensiones del estadio Diego Armando Maradona tampoco ayudan, entonces, el encuentro se hizo muy difícil de soportar, por lo malo.
En ese juego fue Racing el que sacó ventaja, en una de sus pocas llegadas del primer tiempo, abriendo el marcador a través de Leandro González, quien dentro del área aprovechó un rebote que dejó el arquero Torrico tras un remate de Lucero.
Después del gol del equipo de Avellaneda nada cambió, porque todo siguió siendo trabado, con muchas faltas y un árbitro, como Sabino, que estuvo a la altura del partido, por su pésimo desempeño.
Argentinos intentó pero chocó siempre con su falta de ideas y cuando pudo insinuar algo apareció en el fondo de Racing el zaguero Gabriel Mercado para cortar toda chance del local.
Los dirigidos por Juan Manuel Llop con la ventaja se tranquilizaron, pero no hicieron nada para aumentar en la primera parte y se dedicaron más a pegar patadas, igual que su rival, que a jugar.
En el comienzo del segundo tiempo la historia cambió, porque primero estuvo cerca de empatar Argentinos con Gabriel Hacuche pero se anticipó bien José Luis Martínez Gullotta y en la réplica Pablo Lugüercio, luego de un buen pase de José Shaffer, casi aumenta el marcador.
Como la historia no cambiaba el técnico de Argentinos, Néstor Gorosito, mandó a la cancha a Rodrigo Díaz y el “Rengo” en la primera pelota que tocó se juntó con Hauche y el delantero, luego de una doble pared, por centímetros no marcó el tanto del empate.
Todo ese juego con algunas emociones no pasó más allá del cuarto de hora, porque después todo siguió siendo igual, con la complicidad de un lamentable arbitraje de Sabino, quien llegó al punto de insólitamente de amonestar dos veces, sin que nadie sepa por qué a Mercado y Peñalba.
El final encontró a Racing defendiéndose con nueve jugadores, como lo hizo casi todo el partido, y a Argentinos empujando, sin ideas ni fútbol y por eso los de Avellaneda terminaron festejando porque acertaron la única que tuvieron en el primer tiempo.
Fuente: Télam.
