| Jugó mal y cayó claramente ante Central, en Rosario. Fue 1-0, pero el local tuvo varias chances para estirar la diferencia. El juvenil Di María anotó el gol de la victoria para los dirigidos por Ischia.
Ocho minutos tardó Central hasta llegar con peligro al arco del nuevo Racing de Gustavo Costas. Y, en un lapso de ciento ochenta segundos, le creó tres situaciones de riesgo. Primero fue Chirola Ledesma que encaró y pasó por el medio de la defensa. Sacó un derechazo tremendo que Campagnuolo desvió al córner. Al toque, Azconzábal ganó en lo alto y su cabezazo se perdió apenas afuera. A los 10, Belloso desperdició una chance clara. Muy clara. El Pejerrey recibió de Di María y quedó mano a mano con el arquero. Se tomó su tiempo. Demasiado quizás. Cuando remató, Campa puso el pie y evitó la apertura del marcador.
¿Racing? No hacía pie. La línea de fondo, integrada por tres defensores, sufría una enormidad el toqueteo de los atrevidos jugadores del Canalla. El equipo estaba partido en dos. Mientras tanto, las ocasiones de peligro se sucedían una tras otra. El Toti Ríos probó de lejos a los 16, y Campagnuolo, en dos tiempos, la rechazó por arriba del travesaño. Enseguida, el ex Independiente, tomó un rebote y sacudió un disparo feroz. Infernal. Esta vez el palo izquierdo salvó al indefenso arquero racinguista. Central merecía largamente la victoria.
El acoso del conjunto de Ischia duró veinte minutos. Recién después de ese lapso, Racing pudo salir y proponer un encuentro de fricción en el mediocampo. Pero el Moralez, el Piojo López y Bergessio estaban muy separados del resto. Cabrera, por la izquierda, tenía la cancha al revés y a Romero le faltaba profundidad. Por eso, lo del visitante era pobre en ataque. Cuando el reloj marcaba los treinta y uno, Central facturó.
Buen contragolpe que comenzó en Belloso por la derecha. El punta levantó la cabeza y vio solito, muy libre y sin marcas a Di María. Este recibió y ante la salida de Campagnuolo definió suave por sobre el cuerpo del arquero. García, en un esfuerzo supremo la sacó casi de la línea. El rebote lo tomó el mismo Di María, que esta vez no falló. Ganaba el local, y era justo. Recién allí reaccionó Racing. Tibiamente. Centro del Piojo y cabezazo impreciso de Bergessio. Muy poquito.
El arranque de Central en la segunda etapa fue pasivo. Dominó la pelota pero ya no tenía el bagaje futbolístico de los primeros cuarenta y cinco. Sin embargo, le alcanzó para provocar peligro. Con tiros de media distancia, y con otro cabezazo de Azconzábal que García despejó en el área chica. Lentamente, La Academia emparejó las acciones. Se paró varios metros más adelante y le planteó un partido de igual a igual.
El Piojo López, sin ser brillante, era lo más incisivo en el equipo de Costas. A los 9, peinó un centro de García desde buena posición. La pelota se fue lejos. Nueve minutos después, el ex delantero de la Selección bajó de manera notable un largo pase y habilitó a Bergessio, quien no estuvo preciso en el sprint final. Pero no hubo mucho más.
Moralez jugó bien de enganche pero nunca pudo meter ese pase preciso. Romero y Cabrera jamás lograron desbordar y arriba López estuvo demasiado aislado. La firme tarea de Ledesma en el fondo, la seguridad de Raldes para marcar y salir jugando, el ida y vuelta de Damián Díaz, y los estiletazos de Di María, fueron los argumentos que sostuvieron el triunfo del Canalla.
Fuente: Clarín on line.