Sábado 24 de Marzo de 2007, 16:02

Racing igualó con Arsenal

| Fue 2-2 ante Arsenal, que igualó a cinco del final a través de Valdemarín, de tiro libre. El Piojo López -el primero de penal- había puesto en ventaja dos veces a La Academia, que aún no ganó en su estadio en el Clausura. Ortiz anotó el restante del equipo de Alfaro, que sumó después de dos derrotas consecutivas.

Era clave, Racing venía con la soga al cuello. En el Cilindro de Avellaneda, el equipo de Mostaza Merlo recibía a un Arsenal golpeado. Fue una larga semana para La Academia: rumores por todos lados. Tampoco era claro el panorama de Gustavo Alfaro, tras un arranque soñado con cuatro victorias en las primeras cuatro fechas, cayó con River y Newell's. Si hay algo que se le reprocha a Merlo es que sus equipos son muy defensivos. Esta noche nadie se podía quejar. Claudio López, Maxi Moralez y Bergessio a la cancha desde el arranque. Promesa de goles. Del otro lado, la dupla Valdemarín-Obolo. En los primeros minutos Racing salió con todo. No lo dejaba respirar a Arsenal. A pura presión, con Romagnoli bien adelantado e instalado en el campo rival. Fileppi picaba en todas las jugadas por izquierda y Jacob por el otro lado hacía un trabajo similar, aunque mucho más preocupado por ayudar al cinco en la recuperación. No creaba real peligro Racing. Pero se notaba que los jugadores estaban con hambre, con muchas ganas. Corrían y metían en todos los sectores. Sufría en el contragolpe, pero la pelota y el campo eran para el local. Sin peligro, el ataque de Racing se desgastó. Después de los 20, el partido se jugaba en el medio del campo, lejos de los arcos. Pero el chiquilín Moralez sacudió la modorra. A los 23, armó una pared con Romagnoli por izquierda. Entró al área y Gandolfi lo bajó. Pompei cobró penal. Claudio López no perdonó. Fuerte y al medio salió el zurdazo para el 1-0. Lo merecía Racing, era más que Arsenal. Alfaro no aguantó más para el inicio del segundo tiempo mandó a la cancha al Papu Gómez por Garnier. Más ofensivo. Arsenal necesitaba ir al frente. En cambio Racing jugaba con la tranquilidad de la ventaja en el marcador. Pero tanta tranquilidad le fue contraproducente. En una pelota parada a los 14, el Marciano Ortiz cabeceó en el área, sólo, y estampó el 1-1. Volver a empezar para Racing y para Mostaza. El murmullo bajaba de las tribunas y era necesaria la reacción. Llegó rápido. Claudio López demostró que está rápido y vigente. Bergessio encaró por la derecha, desbordó y centro atrás. El Piojo entró por el segundo palo y definió con la canilla al gol. En 20 de la segunda etapa el marcador volvía a ser favorable para el local. Más cambios. Raymonda por Llama, para ir a buscar. Pero esos fantasmas que le discuten a Merlo volvieron a aparecer: Sava ingresó por Bergessio y Sixto Peralta por Claudio López. También entró Mouche en Arsenal. Era otro partido. Racing aguantaba y salía de contra rápido para liquidar el partido, Arsenal era el dueño de la pelota y buscaba, desesperado, el empate. Cuando ya el partido se iba y parecía que Racing lo aguantaba, el Papu comenzó su apilada. Encaró a pura velocidad y pasó a todo jugador con la camiseta blanca y celeste que se le paró adelante. Llegó hasta la puerta del área y Romagnoli lo tumbó. Pompei expulsó al volante de Racing y tiro libre para Arsenal. Valdemarín, un ex de La Academia, la acomodó y la clavó en el ángul. Por arriba de la barrera, con un chanfle exquisito. Nada por hacer para Campagnuolo que se quedó paradito observando un golazo. Fue 2-2 y final. En la tribuna de Racing hubo algunos disturbios. Dos sectores de la barra se trenzaron durante algunos minutos. Unos le reclamaban actitud a los jugadores y los otros fueron en defensa de Mostaza y de los futbolistas. Por suerte quedó ahí. Racing no puede ganar (sólo tiene un triunfo, ante Lanús) y cada vez está más lejos de la punta; se empieza a despedir de la lucha por el Clausura, en tan solo 7 fechas. Arsenal asoma hacia su recuperación, levantó un partido increíble y cortó una racha adversa de dos derrotas consecutivas.