FÚTBOL | De menor a mayor fue el equipo de Russo para vencer 3-1 a un Vélez que apuesta todo a la Copa Libertadores. Tobio anotó el primero para el Fortín y lo dieron vuelta Lugûercio, Yacob y Bieler. El partido estuvo cinco minutos suspendido por incidentes entre los hinchas de ambas parcialidades.
El partido, que se jugó en Avellaneda con un regular arbitraje de Javier Collado, quien expulsó a Ricardo Alvarez, de Vélez, estuvo varios minutos detenido en el segundo tiempo por disturbios generados por la barrabrava de Racing.
Con esta victoria, Racing sigue fuera de zona de promoción, aunque para mantenerse en ese lugar deberá sumar aunque sea un punto el miércoles que viene ante Atlético Tucumán.
Vélez, lejos de la pelea por el campeonato, ahora sólo aspira a luchar en la Copa Libertadores, certamen en el que ya está en los octavos de final.
Los chicos de Vélez salieron a plantearle a Racing el partido de igual a igual, priorizando el manejo de la pelota y avanzar por las puntas.
Y en ese juego el equipo de Ricardo Gareca tuvo facilidades en el sector derecho, donde Braian Lluy no pudo nunca ni marcar ni jugar, dando muchas ventajas que ante profesionales hubieran provocado otro resultado diferente.
Pese a que Racing es un equipo que no tiene ningún tipo de identidad futbolística, porque no es ofensivo, ni defensivo, ni contragolpeador, se las arregló para generar situaciones de gol, a través de Castromán, Bieler y Lugüercio, pero todos fallaron a la hora de definir.
Vélez, con poco, aprovechando los errores de Lluy y de Cahais, se acercó al arco de Racing y varias veces pudo abrir el marcador.
Hasta que cerca del final del primer tiempo un quedo de toda la defensa y del arquero De Olivera le permitieron a Tobio cabecear solo dentro del sentenciar el 1 a 0 con el que se fueron al descanso.
En el inicio del segundo tiempo el clima en la cancha de Racing ya era de violencia, con disturbios, que provocaron la suspensión momentánea del partido, y un clima muy adverso para con los jugadores.
Sin embargo, los dirigidos por Miguel Russo empezaron a jugar con el corazón, el de Lugüercio, el de Bieler, el del juvenil José Luis Fernández y en una ráfaga Racing pasó a ser una fiesta.
En su peor momento Racing empató, porque cuando Grazzini, quien entró en el segundo tiempo, hizo estrellar una pelota en el palo parecía que sería la misma historia de siempre para la “Academia”.
Y apareció Lugüercio, luego Yacob con un remate de larga distancia y puso el tercero Bieler, para el delirio de los mismos hinchas que minutos antes pedían a gritos “que se fueran todos”.
El fútbol esta vez le dio un guiño a Racing, que terminó jugando con el corazón, mostrando las mismas falencias de siempre, pero sumando tres puntos que lo mantienen todavía fuera de la promoción.
Fuente: Télam.