| Unión y Recreo-Ramsar terminó en un escándalo. El equipo de Basavilbaso vencía 2-0 hasta que se produjo un grave y violento incidente que terminó con al menos dos heridos en el hospital de zona. "Cinco tipos me pegaban patadas en la cabeza, pensé que me mataban", contó uno de los que se llevó la peor parte.
Se jugaban los últimos quince minutos del partido y Ramsar lo ganaba 2-0. Todo transcurría sin mayores inconvenientes hasta que Maximiliano Salas, víctima de una falta, reacciona mal, violentamente, intentando hacer justicia por mano propia. Por la situación el futbolista de Basavilbaso recibe la tarjeta roja, pero aparentemente esto no conformó a todos los jugadores de Unión y Recreo que se le fueron encima, cuando de los insultos y empujones pasaron a las piñas y patadas intervino un puñado de ramsistas que intentaban parar la locura, pero un sujeto que integraba el Cuerpo Técnico del equipo local echó más leña al fuego.
Ignacio Schell Grané y Facundo Gabriel Villalba debieron ser retirados de la cancha en Ambulancia y trasladados al hospital "Urquiza" de La Histórica. Schell Grané, que llegó al centro asistencial con dificultades respiratorias producto de los golpes que recibió en distintas partes del cuerpo, aseguró: "lo único que siempre quise es disfrutar adentro de una cancha de fútbol y cuando logré lo que tanto soñaba que es jugar en primera, me pasó esto 5 tipos pegándome patadas en la cabeza, pensé que me mataban".
A través de la red social Facebook el futbolista de Ramsar manifestó su gratitud a toda la gente que lo acompañó, "a dirigentes, al doctor (Sergio) Jaime, amigos y en especial a mi familia. Y a toda las personas que se preocuparon por mi aún sin conocerme".
Por su parte Alfredo Ferreyra opinó en declaraciones a RIEL FM que lo ocurrido no fue espontaneo, "algunos jugadores de San Justo no soportaron que Ramsar ganara...la impotencia los llevó a hacer lo que hicieron". Y aseguró que "gracias a Dios" no pasó a mayores las lesión de Ignacio Schell Grané a quien lo patearon, mientras estaba en el suelo, entre cinco y seis jugadores. El Presidente de Ramsar consideró "lamentable" todo lo ocurrido y pidió sanciones para los responsables.