| Jugó México y ganó Portugal. Ganó Portugal 2-1 y lo perdió México, aunque no lo mereciera. Sirva el juego de palabras para decir que los mexicanos hicieron casi todo en el partido.
México cometió muchos errores en el inicio. Jugó a un ritmo lento, confiado en la relajación de su contrario. Apretó, pisó área ya en su primera jugada y Márquez, secundado por la movilidad de laterales y aprovechando el trabajo de Pardo y Pineda en la zona ancha, parecía sentirse cómodo.
Portugal fue más práctico y efectivo, como lo demostró Simao a los '5 cuando colocó el balón entre los centrales para que Michel controlara la pelota e inaugurara el marcador.
Para completarla, a los '24, una mano infantil en el área de los aztecas, tras el saque de un córner, fue sancionada por el juez y Simao cambió por gol y 2-0.
México reaccionó, no sin seguir con atención lo que pasaba con Angola que enfrentaba a Iran y si sacaba una diferencia de tres o más goles lo sacaba del campeonato, y sobre los treinta, a la salida de un tiro de esquina, Fonseca logro achicar distancia en el marcador. El vendaval de la "Tri" se desató con mayor furia y fue casi un monologo de entrega y situaciones que no logró concretar ni siquiera para igualar. Como consuelo le quedó el aplauso de su público y la clasificación.