| Tras más de nueve meses en coma en un hospital de Niza, murió el piloto francés Jules Bianchi, que se encontraba en coma desde cuando, durante el último Gran Premio de Japón, su Marussia se estrelló contra una grúa que estaba efectuando una acción de salvataje.
"Jules combatió hasta el final pero perdió", expresó en un breve comunicado la familia del piloto, que se encontraba a su lado en el Centro Hospitalario Universitario de Niza, la ciudad donde había nacido y estaba internado desde el 5 de octubre del año pasado.
Es la primera víctima fatal de la Fórmula 1 desde la muerte de Ayrton Senna, acaecida en el autódromo de Imola cuando estaba disputando el Gran Premio de San Marino conduciendo un auto de la escudería Williams.
Bajo la lluvia, en el circuito de Suzuka, Bianchi salió de pista a 250 kilómetros justo en la curva donde una grúa estaba tratando de desplazar al Sauber del alemán Adrian Sutil, que poco antes se había estrellado contra la barrera de neumáticos.
El impacto le provocó graves lesiones cerebrales de las nunca más se recuperó: según la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en el lugar estaban expuestas banderas amarillas pero el francés, en lugar de disminuir su marcha, "apretó simultáneamente los pedales del acelerador y del freno", despistándose.
Bianchi, nacido el 3 de agosto de 1989, había formado parte de la Academia Ferrari para pilotos jóvenes, pero no tuvo oportunidad de correr para el equipo italiano: lo hizo en el bienio 2013-14 para Marussia, con la que disputó 34 Grandes Premios.