Viernes 1 de Diciembre de 2006, 09:43

Los Murciélagos, otra vez campeones del mundo, tras vencer a Br

| Le ganaron 1 a 0 a los cariocas en la final llevada a cabo en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo en la Ciudad de Buenos Aires.

Los argentinos se impusieron con un tanto convertido por su máxima figura, Silvio Velo, en el segundo período. La jornada resultó ideal para el conjunto albiceleste e hizo recordar a la del pasado mundial de Río de Janeiro 2002, cuando justamente Velo se llevó el premio al mejor jugador del campeonato. Y anoche, ante un Cenard colmado (la entrada era gratuita), el goleador y estrella del equipo nacional anotó un golazo, luego de eludir a dos rivales y definir con categoría en el mano a mano ante el arquero brasileño (el único jugador con visión). Pero la victoria se valorizó aún más porque Brasil estrenó en Buenos Aires el título paralímpico obtenido hace dos años en Atenas 2004. El silencio que imperó en el estadio a lo largo del encuentro (no se permite hacer ruido para que los jugadores puedan escuchar el tintinear de la pelota) se transformó en una explosión de júbilo cuando el árbitro dio por finalizado el encuentro. Todo se volvió entonces celebración, abrazos por doquier y una alegría inmensa hecha palabras en la boca de Lucas Rodríguez, el ladero ideal del mejor jugador del mundo, el emblemático Silvio Velo. "La verdad que esta alegría es incomparable. Personalmente se lo quiero dedicar a mi familia, que siempre está detrás de lo que hago y me respalda permanentamente", reconoció. "Aunque en realidad las familias de cada uno son fundamentales para que nosotros podamos desarrollar todo esto", amplió. Sobre las razones por las que Argentina enderezó el desarrollo del partido a su favor en el segundo tiempo, luego de una primera etapa con dominio brasileño, Rodríguez fue terminante: "los pasamos por arriba físicamente". "Esa fue la clave del triunfo. Ellos tienen un gran equipo y manejan muy bien la pelota, pero nosotros dejamos la vida y por eso seguimos siendo campeones mundiales", cerró el habilidoso Rodríguez, que terminó el campeonato con cuatro goles en su haber, uno menos que Velo. Después de 50 minutos de juego (se juegan dos tiempos de 25) Los Murciélagos se consagraron campeones del cuarto mundial de la especialidad "en rodeo propio" y pudieron festejarlo de la manera que más querían: cobijados por el cariño de su propia gente. "Esto demuestra la toma de conciencia de nuestra sociedad, que también se emociona con el deporte adaptado, que transmite muchísimas sensaciones positivas en el público", consideró Claudio Morresi, secretario de Deportes de la Nación. "Nosotros tenemos el mismo plan de apoyos para los deportistas discapacitados como para los atletas convencionales. Para nosotros vale lo mismo la medalla que ganó Georgina Bardach en los Juegos Olímpicos como la que ganó Guillermo Marro en los Paralímpicos (ambos en Atenas 2004)", prosiguió el hoy funcionario y ex delantero de Huracán y River Plate.