| El seleccionado argentino femenino de hockey dejó anoche su invicto en el torneo, al perder con el campeón mundial por 3 a 0. Con la derrota, el equipo de Minadeo dejó la punta del torneo pero aún conserva las chances de clasificar a la final.
El seleccionado argentino femenino de hockey sobre césped dejó anoche su invicto en el Champions Trophy 2007, al perder con el campeón mundial, Holanda, por 3 a 0, en un partido jugado en el Estadio Nacional de Quilmes, colmado por cinco mil personas, por la tercera fecha.
Las chicas de Gabriel Minadeo expusieron entrega y vergüenza deportiva pero no pudieron evitar la caída ante las máximas favoritas, que se impusieron con goles de sus delanteras Fátima Moreira de Melo (12m. PT) y Kim Lammers (3m. y 21m. ST).
Con la derrota, Argentina (6 puntos) descendió de la punta del torneo al tercer puesto pero conserva intacta su aspiración de clasificarse a la final, después de cinco años de no acceder a esa instancia de un torneo importante en el plano internacional.
Las Leonas jugarán el jueves contra Japón, el único equipo que no suma puntos en el Champions Trophy, y cerrarán la fase clasificatoria contra Australia, escolta con 7 unidades.
Holanda, verdugo argentino en el último Mundial de Madrid 2006 y en los pasados Juegos Olímpicos de Atenas 2004, quedó como líder absoluto con puntaje ideal, nueve goles a favor y sólo uno en contra.
El partido comenzó con mucha intensidad en el ritmo de juego y una disputa tenaz en cada centímetro del campo pero sin peligro en los arcos.
La tensión que imperaba por la paridad sufría una ruptura de parte del público argentino cada vez que Luciana Aymar garabateaba el sintético con su palo para limpiar el camino argentino, siempre bien obstaculizado por un rival muy inteligente desde lo táctico.
Holanda, posicionado con cuatro volantes, lucía más compacto en sus proyecciones ofensivas, que eran celebradas por los veinte representantes de la embajada de su país en Buenos Aires, invitados especialmente por la organización.
La madurez del equipo naranja quedó en evidencia a los 12m. cuando Jenneke Schopman cobró una falta a metros del círculo argentino y Fátima Moreira de Melo desvió la bocha lanzada a quemarropa sobre la figura de Paola Vukojicic.
La rentabilidad de esa acción fue quizás la mayor diferencia entre un equipo y otro hasta la visita logró establecer un dominio más claro en el juego en la recta final del primer tiempo.
Las Leonas, generosas en el despliegue pero sin espacios para establecer conexión, tuvieron una sola ocasión derivada de un córner corto (19m.), que Luciana Aymar desvió cerca del palo derecho, tras una asistencia de Noel Barrionuevo.
Si algo le faltaba al partido era la polémica, que llegó en el arranque del segundo tiempo con una jugada que fue determinante para el desarrollo del partido.
En un ataque holandés que no revestía demasiado riesgo, la pelota salió impulsada hacia el círculo argentino y Lammers, con el olfato de las goleadoras, anticipó a Burkart con su palo y descolocó a la arquera Vukojicic.
Argentina interpretó la acción como falta de la delantera pero la jueza de Australia Lisa Roach convalidó el tanto, después de pedir revisión de la jugada en el video.
El segundo gol de las campeonas del mundo confundió al equipo argentino que, además, sufrió una merma física traducida sobre el volumen de juego, característica en todos los segundos tiempos jugados en Quilmes.
De todas formas, Las Leonas entregaron el máximo esfuerzo en busca del descuento, coquetearon con el gol en algunas ocasiones pero la firmeza defensiva de Holanda y la seguridad de su arquera Lisanne De Roever no dieron lugar ni a ese consuelo.
El equipo naranja controló con inteligencia un juego por momentos áspero por el ímpetu de ambos y apostó al contragolpe para aumentar el marcador.
A los 21m., con Argentina lanzada en ataque, Lammers logró ese propósito y plasmó un resultado que dejó una sensación de exageración por la aceptable tarea de las chicas locales.
Fuente: Télam.