FÚTBOL | El equipo dirigido por Zubeldía se impuso con goles de Lagos y Velázquez. Con este resultado, el conjunto de Núñez padece la peor racha de su historia, con once partidos sin victorias. Simeone se juega su última ficha en la Copa Sudamericana.
Con este resultado, el conjunto dirigido por Diego Simeone padeció su undécimo partido sin victorias, en la peor racha de su historia.
Los goles del conjunto dirigido por Luis Zubeldía los convirtieron Diego Lagos, a los 5 minutos de la etapa inicial, tras una desinteligencia de la defensa del equipo visitante, y amplió la ventaja Maximiliano Velázquez, a los 9’ del complemento.
Ninguno de los dos equipos se había acomodado en la cancha, pero al mal momento “millonario” no le falta nada, por eso Mateo Musacchío entregó mal una pelota en defensa y la jugada culminó con un enganche de Lagos desde la derecha para su pierna izquierda y definió bajo, al palo izquierdo del arquero Daniel Vega.
Con el correr de los minutos el partido se emparejo, más porque el local paró la marcha que por virtudes
“millonarias”. Los del sur tuvieron la oportunidad de ampliar la ventaja en el marcador a los 17’, pero Vega tuvo una gran reacción sobre la línea ante el cabezazo del goleador José Sand. Aunque los jugadores de Lanús pidieron gol, el árbitro Gustavo Bassi estuvo correcto al no sancionarlo.
River tuvo sus chances, primero con Martín Galmarini, quien se perdió el empate con el arco a su disposición y después Rodrigo Archubi, con un disparo desde afuera del área que no prosperó.
La etapa inicial finalizó con la sensación de que la ventaja fue demasiado premio para Lanús, pero el mal momento de River pesó mucho para inclinar la balanza a favor del “granate”.
El segundo tiempo fue deslucido, con pocas emociones en los dos arcos. Pero Lanús volvió a madrugar ante un rival dormido y deprimido, en esta oportunidad por un remate certero del lateral izquierdo Maximiliano Velázquez.
En River ingresaron Andrés Ríos -tuvo su chance que desperdició a las manos de Bossio y Mauro Rosales, quien le aportó más vertigo al equipo "millonario" pero su desequilibrio no alcanzó, mientras en el fondo continuaron los errores que se suceden desde el inicio del campeonato.
Después fue el turno de Lanús de poner jugadores desequilibrantes que estuvieron en el banco de los suplentes. Diego Valeri, si bien no está en gran nivel, se las ingenió para complicar cuando se juntó con el inspirado Sebastián Blanco -la figura del partido- con un par de remates de media distancia.
Así se fue el partido, con la gente de Lanús cantando porque supo salir campeón, mientras que los hinchas de River se fueron penando ante un equipo sin respuestas.
Fuente: Télam.
