FÚTBOL | El líder del certamen venció 4-1 a Central. Blanco, Ribonetto, Sand y Valeri marcaron los tantos del equipo de Cabrero, mientras que Vizcarra señaló el del local. El ’Granate’ se encamina hacia el título y le sacó seis puntos de ventaja a Boca, que enfrenta el domingo a Vélez.
El mejor equipo del torneo Apertura, el que mejor fútbol despliega, este Lanús de Ramón Cabrero goleó 4-1 a Central, en Rosario, y parece encaminarse hacia su primer título a nivel local, en primera división, de su historia.
Los goles del líder los marcaron Sebastián Blanco, Walter Ribonetto, José Sand y Diego Valeri, este último es probable que sea el tanto más lindo del campeonato. José Luis Vizcarra había igualado transitoriamente para los rosarinos.
Lanús salió a jugar en Rosario con la clara intención de buscar la victoria, con su fórmula de siempre, el buen fútbol, ese que despliegan Diego Valeri, Sebastián Blanco y en esta oportunidad Lautaro Acosta.
A los cinco minutos José Sand en su cabeza tuvo la apertura del marcador, pero salvó el arquero Cristian Alvarez, enviado con un manotazo al corner un cabezazo del ex hombre de River, Banfield y Colón, entre otros.
Con el correr de los minutos Rosario Central fue emparejando las acciones de juego y se acercó varias veces al arco de Carlos Bossio, pero fallando en el remate final, cuando insinuaba con abrir el marcador.
Entre los 15 minutos y la primera media hora de juego el partido entró en una mediocridad general, sin situaciones de gol en los arcos, más allá de que ambos equipos tenían intenciones de buscar la victoria.
Por eso no sorprendió que la primera parte finalizara con un ganador, pudo haber sido Central pero fue Lanús, que llegó a la apertura del marcador a tres minutos del cierre.
Diego Valeri desbordó por izquierda, envió un centro preciso, que tomó el otro volante que juega por las puntas, en este caso Sebastián Blanco, quien con un zurdazo, de volea, puso a la visita arriba en el marcador para desatar la locura en los 5.000 hinchas del Granate que se presentaron en Rosario.
Como se esperaba los “canallas” salieron con todo a buscar el empate en el comienzo del segundo tiempo y enseguida llegaron a la igualdad, a través del José Luis Vizcarra, quien mostró todo su oportunismo dentro del área para superar a Bossio y dejar el partido 1-1.
El líder del torneo Apertura sintió el impacto y durante varios minutos Rosario Central lo tuvo para liquidar, pero le faltó decisión como para definir la historia.
Como Central no se animó o no pudo pasar al frente provocó que Lanús volviera a tomar las riendas del juego, sabiendo que se exponía a la contra rosarina, pero fue a buscar el partido. Fue a buscar tres puntos clave para ser campeón.
Por eso a nadie le sorprendió que Lanús volviera a pasar al frente, con un cabezazo de una de las figuras de la noche, el cordobés Walter Ribonetto, quien le ganó a todos dentro del área para mandar la pelota al fondo de la red.
Central intentó reaccionar enseguida y diez minutos después del segundo gol granate el colombiano Arzuaga tuvo el empate con un remate desde el borde del área, pero Bossio se hizo más grande que nunca, enviado de manera magistral la pelota al corner.
A partir de ese momento todo fue de Lanús y porque apareció en todo su esplendor el mejor jugador del campeonato, Diego Valeri, primero habilitando con mucha picardía a la salida de un tiro libre para que Sand quede mano a mano con el arquero para marcar el tercer gol y luego marcando un cuarto tanto de antología, una jugada colectiva que el volante cerró con gambeta a Alvarez y una definición exquicita.
En ese momento comenzaron los disturbios entre los mismos hinchas de Rosario Central, que también tienen a su barra brava dividida y por la pelea que se originó en las tribunas el árbitro Gustavo Bassi no tuvo más remedio que detener el partido.
Después de los disturbios se reanudó el partido pero sólo para cumplir, porque a pesar de los diez minutos adicionados por Bassi no había tiempo para más, sólo para que los hinchas de Lanús festejaran una goleada histórica, que los encamina hacia un título, algo que nadie soñaba al comenzar el Apertura.