FÚTBOL | Igualó sin goles frente al Deportivo Cuenca de Ecuador. Con su rival comparten el liderazgo de la zona 2 de la Libertadores.
En el primer tiempo Lanús salió a atacar con todos sus hombres, subiendo los laterales, con el criterio de Diego Valeri en el medio y con sus dos puntas alternativos, por las lesiones que marginaron a José Sand y Lautaro Acosta, moviéndose y amenazando con generar peligro.
Pero eso duró sólo dos minutos, porque ese arranque con todo de Lanús después chocó durante todo el primer tiempo con una firme defensa del Deportivo Cuenca, que le cerró todos los caminos al equipo de Ramón cabrero como para llegar al gol.
Para colmo, los dirigidos por el argentino Gabriel Perrone no sólo se defendieron bien, sino que en los primeros 45 minutos presionaron a los locales en todos los sectores del campo, provocando que Lanús nunca pueda jugar tranquilo.
Sólo cuando Valeri aparecía en el juego Lanús insinuaba algo de peligro, pero sin lastimar al arquero argentino del equipo ecuatoriano, el ex Instituto de Córdoba Javier Klimowicz.
Los primeros 45 minutos fueron un verdadero canto al aburrimiento, tan malo fue que los hinchas de Lanús, como los espectadores imparciales, terminaron sorprendidos por la baja actuación del mejor equipo del fútbol argentino.
Para el segundo tiempo todos esperaban que cambiaran las cosas, pero todo siguió igual. Para colmo Valeri tuvo que dejar la cancha antes de los diez minutos, reemplazado por Adrián Peralta, y todo se complicó más.
Sólo con un tiro libre de Maxi Velásquez, que atajó muy bien Klimowicz enviado la pelota al corner, Lanús pudo generar algo de peligro en la primera media hora del segundo tiempo.
Las ausencias obligadas por lesión, el trajín de partidos y probablemente la desesperación por hacer olvidar rápido la goleada sufrida ante Banfield conspiraron contra el buen juego habitual del Granate.
En el último cuarto de hora Lanús se desordenó buscando el gol, sufrió también por Carlos Bossio evitó que los ecuatorianos marcaran y se fue masticando bronca por un empate, que al fin y al cabo, por lo hecho por los dos equipos terminó siendo merecido.
Fuente: Télam.