| El entrenador dijo que si pierde la final de mañana, ante Estudiantes, renunciará a su cargo. Pero su postura iría un poco más allá y la derrota ante Lanús habría repercutido más de lo esperado.
El domingo a la noche se produjo una reunión entre Mauricio Macri y el técnico en el Hotel Intercontinental, en la que el presidente del club le dijo que la idea es respetarle el contrato y que su deseo es que se quede en el cargo hasta el 30 de junio, más allá del resultado en el trascendental encuentro de mañana.
Una información publicada por el Diario Popular dice textualmente que “a esta altura de las circunstancias, y con el golpe que significaron estas dos derrotas, la falta de comprensión que se hace evidente en el plantel, su decisión de anteponer su forma de juego antes de adaptarse al plantel y el planteo en especial del último partido, hacen pensar que el mismo La Volpe tomaría la decisión de alejarse del club convencido de que su proyecto no logró convencer a los jugadores, más allá de lograr el título o no”.
Por otro lado, Macri no quiere tener que salir a buscar un nuevo entrenador de urgencia que pueda cubrir el cargo de manera casi inminente ante la Copa Libertadores.
A esto hay que sumar que el presunto nuevo técnico tendría también que hacerse cargo de la pretemporada.
Este cuadro de situación generaría más dolores de cabeza que los esperados para los dirigentes de Boca, quienes -al igual que los hinchas- venían acostumbrados a los logros continuados y ahora, justo en las dos últimas fechas del campeonato, las malas noticias golpearon de manera desacostumbrada.