Lunes 4 de Mayo de 2009, 18:06

La violencia le ganó al fútbol en la Liga Regional

FÚTBOL | La cuarta fecha del campeonato organizado por la Liga Regional Basavilbaso fue una con muchos inconvenientes, en tres partidos hubo agresiones a los árbitros y dos de ellos fueron suspendidos. Hay un jugador, de Libaros, internado con varias fracturas.


[b]En Libaros ganaba El Porvenir, pero se suspendió[/b] La del domingo en Libaros no fue una jornada más en el torneo de la Liga Regional Basavilbaso. Después de 14 años volvían a enfrentarse oficialmente el Social Libaros y El Porvenir, instituciones que tradicionalmente movilizan muchos espectadores y esta vez no fue la excepción, pero el partido fue suspendido por falta de garantías. Apenas comenzó a rodar la pelota, en la división Reserva, se pudo apreciar que cada pelota se disputaba como la última, en algunos casos con demasiada vehemencia. Del fragor de la disputa bien entendida se pasó al juego brusco y la violencia. Danilo Udrizard, el arquero de la reserva, fue una de las víctimas. Sobre el final del primer tiempo recibió un violento golpe en el abdomen y debió ser asistido de urgencia en la cancha, trasladado luego al hospital de Basavilbaso y posteriormente, por pedido de la familia, derivado a un sanatorio de Villa Libertador General San Martín, donde está internado en observación, con fractura de dos costillas y un severo golpe en el hígado. A los '36 del ST el partido, que estaba igualado 1-1 (Sebastián Domínguez -SL- y Roberto Ríos -EP-), se suspendió por inferioridad numérica del conjunto local que había sufrido la expulsión de Juan Bournissen y lesiones en cuatro de sus jugadores, que llamativamente luego fueron de la partida en la Primera. Las cosas no mejoraron en el partido de la categoría máxima. Se jugó siempre al límite. A los '10 ST el defensor Diego Muller, del Social Libaros, se desplomó generando desesperadas corridas para asistirlo y trasladarlo al hospital de Basavilbaso, donde felizmente se recuperó y fue dado de alta. El partido trascurría con demasiadas patadas y poca precisión, pero pese a la paridad en el desarrollo la visita logra, mediante Fernando Schen, ponerse en ventaja, a los '20 ST. Cinco minutos después el arquero Carlos Holsen del Social Libaros sufrió un violento golpe en la espalda, que caldeó aún más los ánimos, su lugar fue ocupado por un jugador de campo. [imgTexto=1241478073.jpg]Holsen fue trasladado, en un auto particular, al hospital de la ciudad del riel donde permaneció internado hasta las últimas horas del domingo[/imgTexto]. El permisivo [imgTexto=1241481198.jpg]Fabián Concettoni[/imgTexto] (a la derecha de la imagen, junto a sus compañeros), el árbitro del partido, que hasta los ’30 ST casi no había reprimido el juego brusco, particularmente de los jugadores de la visita, castigó con expulsión, por un codazo sobre un rival, a Juan Ramón Kuhn -SL-. En la jugada siguiente Concettoni mostró otra vez el acrílico de color rojo, esta vez para un jugador de El Porvenir, situación que generó la reacción inmediata de técnico, Rafael Rothar que salió “disparados” del banco e ingresó al campo de juego protestando enérgicamente el fallo arbitral. [imgTexto=1241477929.jpg]El DT de El Porvenir, que fue expulsado por el juez del partido, continuó -junto a algunos jugadores de su plantel- sus reclamos frente al asistente, Héctor Rivero, y luego cuando la Policía, en cumplimiento de una orden de Concettoni, lo intentaba sacar del campo de juego se produce otra acalorada discusión con el funcionario policial, Miguel Niz[/imgTexto]. La situación lejos de descomprimirse se agravó cuando la Policía recomendó al árbitro no continuar el partido, por falta de garantías. Al nerviosismo de los jugadores visitantes se agregó el de dirigentes e hinchas, al extremo que los futbolistas que se cambiaron en el micro de la delegación desandaron más de cien metros, lo que reavivó el clima de tensión, para continuar sus demandas contra la terna arbitral y la Policía. Es de destacar que tanto los jugadores como simpatizantes y dirigentes del club anfitrión hicieron todo lo posible para encausar la situación y hasta hicieron un “cordón humano” para que de manera pacífica la delegación de Santa Anita dejara la cancha. [b]En la "12 de Octubre" mucha gente y poco para festejar[/b] En Defensores del Oeste los hinchas del equipo visitante cuestionaron varios fallos del árbitro pero especialmente un penal que le permitió al local igualar en el marcador. En la “12 de Octubre” arbitró Emanuel Martínez en reemplazo de Javier Barrera que en horas del mediodía presentó un cerificado médico que justificaba su inasistencia. Pero en el último tramo del partido uno de los colaboradores de Martínez, el línea Sergio Hernández no marcó como pretendían los hinchas de la visita una supuesta posición adelantada en instantes previos al gol que ponía en ventaja a Defensores del Oeste. La reacción de algunos simpatizantes fue violenta, al punto que lanzaron algunos objetos y no de ellos habría golpeado al juez de línea y de inmediato se suspende el partido, cuando el cronometro marcaba ’42 del ST. La situación se agravaría cuando al retirarse del campo los árbitros “reciben” de simpatizantes visitantes una mesa, la que había sido utilizada para la firma de las planillas. Al clima por cierto muy enrarecido se le agregaría -según denunciaron hinchas visitantes- que un puñado de simpatizantes del local les tiraron proyectiles, muchos de los cuales impactaron sobre los vehículos de los que llegaron a la ciudad del riel acompañando al equipo de "tierra santa". Hubo tensión dentro y fuera de la cancha, incluso corridas en las inmediaciones. [b]En Maciá agredieron a un árbitro[/b] En la cancha “Padre Luis Jeannot Sueyro” de Martín Fierro de Maciá hubo otro lamentable incidente. Luis Rodríguez, árbitro del partido entre el local y Atlético Basavilbaso, fue agredido por un jugador del “Decano”. Rodríguez fue muy cuestionado por la parcialidad que desde Basavilbaso que se trasladó hasta la localidad del Departamento Tala. Desde el comienzo mismo del partido se escucharon reclamos por el reemplazo del Segundo Asistente, Carlos Palomequi, por un vecino de la localidad, que tendría vinculaciones con el club anfitrión. Si bien los maciaenses eran superiores en el juego, y habían sacado una ventaja abultada en el marcador, cada una de las intervenciones de línea era merecedora de reprobaciones desde dentro de la cancha como de los hinchas. Justamente un polémico fallo sobre una esquina de la cancha termina con la reacción de Walter Hurtado que golpeó al juez. El partido, que fue transitoriamente parado, por no más de '5, prosiguió con victoria de los locales 4-1.