| Francia dio una lección de fútbol. El equipo de Domenech eliminó al pentacampeón, que fue una sombra. Además, la descosieron Thuram, Vieira y Henry, autor del gol.
Lágrimas; lágrimas y alegrías, repartidas por igual, y en intensidad máxima por ambas partes. Francia sigue subiendo escalones hacia el retiro dorado de su mejor generación. Brasil dice adiós aquí y ahora a la obligación de tener que ganar. Fin del camino para ellos. El gol de Henry hizo justicia con el equipo que más y mejores cosas hizo por vencer, al equipo que tuvo más hambre, más ganas. Brasil no sólo ha perdido, le han ganado. Porque además de tener enfrente a un gran rival, en ningún momento ha dejado de lado la sensación de equipo vencido por los flashes, por los focos.