LA SELECCION VIAJO A EUROPA

Justo en una fecha inflamada de patriotismo como este 25 de mayo, el equipo argentino remontó vuelo con el espíritu retemplado tras la gran jornada vivida anoche en el Monumental, donde casi 50.000 personas le brindaron un impulso pocas veces visto para un representativo nacional en la antesala de un mundial. Ni siquiera aquel conjunto de Marcelo Bielsa que iba como gran favorito al mundial de Corea-Japón 2002 recibió en su partido un espaldarazo tan importante como le sucedió ayer a éste de José Pekerman. Y eso que, hoy por hoy, Argentina está muy lejos de figurar entre los candidatos a ganar el mundial, algo que en su fuero íntimo también abarca a buena parte de sus compatriotas. Pero como la pasión futbolera se mantiene intacta en el ánimo de los argentinos, aún a despecho de las frustraciones que sobrevinieron en los mundiales posteriores a Italia 1990, cada vez que llega una instancia como ésta es inevitable que se propague el entusiasmo colectivo. Así ocurrió ayer en Núñez. Así se repitió hoy en las inmediaciones del aeropuerto de Ezeiza, donde jugadores y cuerpo técnico se embarcaron por la noche rumbo a Roma, en el vuelo 6844 de Iberia, con escala en Madrid, rodeados por aproximadamente unos 500 fervorosos aficionados. Por eso los jugadores montaron un curioso espectáculo en la zona de acceso al espigón internacional del aeropuerto de Ezeiza, cuando empezaron a saltar y cantar dentro del micro, mientras los hinchas los vivaban desde afuera, observándolos a través de las ventanillas como si estuvieran dentro de un aparato de televisión. Esto obligó a que después de permanecer unos 20 minutos en ese lugar, el ómnibus de la empresa Chevallier diera la vuelta e hiciera ingresar a la delegación directamente por pista, para evitar las obvias aglomeraciones que iban a provocarse en el hall central de la aeroestación. Previamente, a las 14, viajaron otros componentes de la delegación, como auxiliares, administrativos y el jefe de prensa, Andrés Ventura. El grupo se hospedará desde mañana en el predio del club Roma, de Italia, denominado La Borghesiana, hasta el lunes próximo, cuando se trasladará hasta la ciudad de Salerno. Allí jugará su último amistoso premundialista a las 15 (hora argentina) del día siguiente, frente al seleccionado de Angola. Y el miércoles el plantel emprenderá viaje rumbo a su destino final en Alemania, la localidad de Herzogenaurach, en Nüremberg, donde se hospedará en el predio denominado HerzogaPark. Allí el grupo trabajará diariamente en el complejo que posee la empresa de indumentaria deportiva Adidas, que es el principal sponsor del seleccionado argentino. Uno de los jugadores que más relajado se mostró en las últimas horas fue el delantero Hernán Crespo, aunque sus expresiones, despojadas de cualquier demagogia, no dejaron de causar cierta impresión. Es que el jugador del Chelsea inglés aseguró que no siente "ninguna presión por jugar el mundial", ya que "una buena actuación personal no provocará el interés de grandes equipos de Europa o la posibilidad de firmar contratos millonarios. Todo eso ya lo viví y lo sigo teniendo, así que ser campeón del mundo solamente puede darme algo más de jerarquía", admitió con crudeza. El equipo de Pekerman debutará en el mundial el sábado 10 de junio a las 16 (hora argentina) frente a Costa de Marfil, en Hamburgo. Se presentará por segunda vez el viernes 16, a las 10, en Gelsenkirchen, ante Serbia y Montenegro. Y cerrará su participación en el grupo C el miércoles 21, nuevamente a las 16, enfrentando a Holanda, en Frankfurt. Después, si Argentina gana el grupo jugará en octavos de final con el segundo del Grupo D (Portugal, México, Irán y Angola) en Leipzig, el 24 a las 16. Pero si termina segundo en su zona rivalizará con el primero de la D en Nüremberg, el 25, en el mismo horario. Claro que para eso falta mucho. Por ahora es solamente tiempo de velar armas, de prepararse bien y de soñar. Porque para luchar con la máxima energía por conseguir algo hay que tener sueños. Y los argentinos los tienen. Fuente: Télam.