| El tenista argentino, que había sido suspendido por dos años al dar positivo en un control antidoping y consiguió que le redujeran la pena en nueve meses para volver al circuito profesional, aseguró que se siente "limpio" y disparó que no sabe "si algunos dirigentes de la ATP" podrán mirarlo "a la cara".
"Me siento limpio. Estoy muy contento porque tengo fecha para volver a jugar. Ese era el objetivo. Se comprobó que lo que dije en un principio era verdad. No tengo nada de qué arrepentirme. No sé si la gente de la ATP me va a poder mirar a la cara", aseveró un Cañas firme, pero con la voz entrecortada por la emoción de saber que regresará a la actividad dentro de 80 días.
En el marco de una conferencia de prensa que se desarrolló en un hotel céntrico de Capital Federal, Cañas -junto a su manager Michael Ducote, el abogado Diego García Sáenz y el toxicólogo Carlos Gotelli- agradeció el apoyo de su entorno íntimo, de varios colegas, de los periodistas y de la Asociación Argentina de Tenis (AAT).
"Fue un año largo y duro. Estoy cerrando esta etapa. Tengo la tranquilidad de que todo lo que dije era verdad. Conté lo que sucedió y lo que no. Fue una operación. Tengo fecha para volver a una cancha. Pero no me voy a olvidar del apoyo de la gente", puntualizó Cañas, que nació el 25 de noviembre de 1977 en la localidad bonaerense de Tapiales.
El argentino, que ganó seis torneos en su carrera tenística: Casablanca en 2001; Chennai y Toronto en 2002 y Shangai, Stuttgart y Umag en 2004, hizo hincapié en el apoyo que le brindó el periodismo.
"Conté la única verdad que no todos creyeron, pero la prensa sí. Siento que gané la lucha", enfatizó Cañas, que había sido inhabilitado por dos años para competir en el circuito a raíz de un doping positivo que se le detectó en el torneo de Acapulco, México, celebrado en febrero del año pasado.
La sanción que recibió el argentino fue la mayor para casos de esas características y fue impuesta por un tribunal de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP), que vinculó la ingesta de la sustancia prohibida con una intención de toma de ventaja deportiva.
"El jugador Guillermo Cañas queda dos años suspendido de la competición tras resultar positivo por consumo del diurético hydrochlorothiazide (HCT), registrado en un control antidoping el pasado 21 de febrero de 2005 en el torneo ATP de Acapulco, México", precisó en su momento el comunicado emitido por la ATP. `
El argentino debió devolver 276.070 dólares de premios más 595 puntos para el ranking individual y su regreso había sido fijado para el 11 de junio de 2007.
A partir de la sanción Cañas comenzó una carrera contrarreloj y realizó varias resentaciones ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) para que le redujera la pena.
"Utilizamos una estrategia diametralmente opuesta a la que emplearon otros abogados que representaron a Guillermo. Se consiguieron muchas pruebas. Consumió una sustancia por error.
¿Culpa? Muy leve. Pero no lo digo yo, sino la nueva sentencia", precisó el abogado Diego García Sáenz.
El "caso Cañas" fue analizado por un tribunal independiente del control antidoping del tenis, compuesto por el canadiense Richard McLaren, el holandés Meter Van Beek y el puertorriqueño Arturo Martí, reunidos en Nueva York el 21 y 22 de julio pasados.
Tras una audiencia con el jugador, el tribunal dispuso "por unanimidad", que de acuerdo con las reglas de la ATP, Cañas "cometió una violación del código antidoping".
Según el listado de sustancia prohibidas por el Código Mundial Antidoping, los diuréticos no están permitidos "tanto durante como fuera de la competencia, en todos los deportes".
Los diuréticos, utilizados en medicina para pacientes con dificultades renales, son considerados por esa norma como un "agente enmascarador que persigue estimular el aparato urinario para eliminar otras sustancias" en el organismo.
"Nunca busqué sacar ventaja deportiva. Mi principal error fue confiar. Creo que una pequeña falla trajo aparejada una sanción excesiva. La primera defensa no fue buena. No tendría que haber estado parado ni un solo día", opinó Cañas, que alcanzó su mejor ranking en noviembre del 2004, cuando se ubicó undécimo en el mundo.
Ahora se presenta un nuevo horizonte. "Nunda dejé de entrenar y por eso me siento muy bien tenísticamente. Hoy pienso en volver a jugar. Primero con algunos torneos challengers y después con invitaciones especiales para algunos certámenes más importantes", anticipó.
Pero otra de las novedades, en un día muy especial para él, es que su nuevo entrenador será Gastón Etlis. "Está cerrado en casi un 99 por ciento", precisó.
A partir de esto Cañas buscará escalar "lo más rápido posible" puestos en el ranking de la ATP Tour.
"Sé que lo voy a lograr. Si volví después de tres lesiones ¿porqué ahora no? Tengo sensaciones encontradas. Fue un fin de semana largo. Sabía que hoy se definía. Me lo dijeron hace 10 días. Pero la alegría es enorme. Se me cayeron algunas lágrimas cuando me enteré de la noticia", confesó.
"Soy frontal. Luché por lo que era justo. Me hago cargo de mis decisiones, buenas o malas. Pero me queda una enseñanza grande. No hay que descuidarse y estar más atento. Me costó caro. Igual es normal que uno no desconfíe en este tipo de casos. Pero el análisis pasó por muchas manos. Ahí estuvo el gran error", contó.
Cañas dijo que el sistema "no es prefecto", pero aclaró que se puede "mejorar".
"Puede ser un punto de partida para que no suceda lo mismo. No hablé con Mariano Puerta (el otro argentino suspendido por doping positivo, pero por ocho años), pero si con otros tenistas. Lo de él es un caso distinto", desligó.
Por último, el tenista soñó en voz alta. "Ojalá pueda jugar la Copa Davis, no en semifinales, pero porque no en una hipótetica final. Igual, me siento parte de este proceso exitoso", remarcó.
Argentina se medirá en una de las semifinales de la Copa Davis con Australia del 8 al 10 de septiembre próximo en el Parque Roca, ubicado en el barrio porteño de Lugano.
Hoy comienza una nueva vida tenística para Guillermo Cañas, en la cuál deberá empezar a 'remarla' desde bien abajo, en los torneos menores, todo un desafío para uno de los argentinos más luchadores y aguerridos que compite en el circuito. Pero tiene la fuerza para hacerlo. Y quedó reflejado en una frase: "Me siento mejor que nunca".
Fuente: Télam.