Domingo 18 de Mayo de 2008, 22:19

Independiente y River empataron en cero

FÚTBOL | Terminaron 0 a 0. Ambos equipos buscaron el arco rival y tuvieron importantes chances de quedarse con el triunfo. Los delanteros de los dos conjuntos tuvieron oportunidades, pero no las supieron aprovechar. De esta manera el único puntero del torneo es Estudiantes.

Con este empate River dejó la punta del certamen, que ahora lidera en soledad Estudiantes de La Plata, con 33 puntos, dos más que el conjunto de Núñez, mientras que Independiente quedó a seis unidades del equipo que dirige Néstor Sensini. El partido se jugó en la cancha de Racing, ante unas 40 mil personas, con un regular arbitraje. Todas las expectativas que había en la previa quedaron en eso, en expectativas, porque tanto Independiente como River brindaron un mal espectáculo y por eso no pudieron salir del cero. Los dos equipo salieron a jugar mirando al arco de enfrente, porque ambos necesitaban sumar tres puntos para seguir bien prendidos en la lucha por el torneo Clausura. La primera sorpresa fue la disposición táctica impuesta por Diego Simeone para su River, con una línea de tres en el fondo, con Leonardo Ponzio en la función de líbero, con Gustavo Cabral y Nicolás Sánchez siguiendo de cerca de Germán Denis y Daniel Montenegro. Delante de esa defensa se paró otra línea de tres, pero los volantes más abiertos, Paulo Ferrari y Matías Abelairas, a la hora de defender se transformaban en marcadores de punta. Toda esta “mezcla” dispuesta por Simeone confundió a sus jugadores, a los de Independiente y a todos los hinchas presentes en el estadio de Racing, porque la confusión y el desorden del equipo de Núñez fue total. Ante esta situación todos esperaban que sea bien aprovechada por Independiente, pero el equipo de Claudio Borghi, más ordenado en sus conceptos tácticos, no tuvo fútbol en el comienzo del partido como para poder marcar la diferencia. La primera y única chance clara de gol de la etapa inicial fue para Independiente: Montenegro envió un centro al área, que cabeceó Carlos Matheu dejando un rebote para que Lucas Pusineri de media vuelta mandara la pelota al fondo de la red, pero el remate del volante fue muy suave y le dio tiempo a Juan Pablo Carrizo para reaccionar y salvar la caída de su arco. River en la etapa inicial fue una sombra de lo que alguna vez insinuó, porque no tuvo fútbol, no tuvo ideas y tampoco ese fuego sagrado necesario para sacar adelante un partido cuando las cosas desde lo futbolístico no salen. Sólo Oscar Ahumada intentó ser el abanderado, pero lo suyo para por correr y marcar y no por jugar y hacer jugar. Sobre el final de Independiente quiso llevarse por delante a River, inquietando con centros al área y remates de larga distancia, como uno de Lucas Mareque que pasó cerca, pero no le alcanzó como para irse al descanso en ventaja. Independiente salió a jugar el segundo tiempo sin Montenegro lesionado, ingresando en su lugar Ismael Sosa y el delantero terminó siendo la figura de la cancha, sin hacer demasiado, pero le alcanzó con su velocidad para hacer tambalear a la defensa de River durante los 45 minutos finales. Ante esta situación, Simeone mandó a la cancha a Ariel Ortega, quien de tiro libre casi abre el marcador a los 22 minutos, y con su ingreso River se plantó más adelantado en la cancha. En los minutos iniciales volvió a ser Independiente el que tuvo chances para abrir el marcador, primero con Sosa (salvó Gustavo Cabral) y después con un remate de Gastón Machín, quien eligió el disparo al arco cuando tenía opciones de pase de compañeros mejor ubicados. Es cierto que River con Ortega ganó en vértigo y fue más profundo, pero en sus ansias por buscar el arco de enfrente se desequilibró y le dejó muchos espacios a Independiente, que no tuvo un conductor dentro de la cancha y por eso terminó mal varias contraataques en los que tenía todo a favor. Si con el ingreso de Ortega el equipo de Simeone se desequilibró, con el cambio que hizo el técnico de Alexis Sánchez por Ahumada más todavía y por eso no sorprendió que Independiente tuviera más espacios aún, pero Sosa y Pablo Vitti no le acertaron al arco cuando todos se preparaban para gritar el gol. Los cambios de River dio la sensación que los hizo Borghi, porque gracias a esas variantes Independiente terminó el partido atacando y sino ganó fue sólo porque falló el tiro del final.