| En un partido parejo, los dos equipos se llevaron un punto que poco les sirve para posicionarse en la tabla. Igual, los de Passarella continúan en lo más alto, ahora junto a Estudiantes y Boca.
De poco y nada les sirve a los dos este punto. Es que River necesitaba ganar para seguir en soledad en la punta y al Rojo sólo los tres puntos le servían para salir del pozo y seguir con un delgado hilo de aspiración. Fue 0 a 0 y lo más saliente fue que esta vez a Independiente no le hicieron goles.
La intensidad fue la principal característica del primer tiempo entre Independiente y River. Es que los de Burruchaga sorprendieron copando la mitad de la cancha, con un Díaz que se hizo eje y, por momentos, pudo juntarse con Montenegro. Además, entre Herrón y Orteman cortaron el circuito Gallardo-Belluschi y en el comienzo todo fue del Rojo.
Denis, quien estuvo con mucha movilidad, intentó primero por izquierda, pero Montenegro no llegó a conectar y luego armó una gran jugada por derecha, pero Díaz no pudo dominar, cuando estaba de cara al gol. Gallardo sacó del letargo a River con un remate de lejos que dio en el travesaño. El partido se hizo atractivo y había situaciones, como el cabezazo de Denis que obligó a Carrizo a la estirada.
En tanto, la remendada defensa de Independiente, empezó a mostrar grietas y Gallardo, más Higuaín supieron aprovecharlas. Así, el Pipita se filtró por el medio y sacó una media vuelta que le tapó Ustari y luego fue Belluschi el que se acercó para sacar un derechazo cruzado que se fue por centímetros. La cosa se había emparejado, pero el local tuvo otra, en los pies de Díaz que se ahogó en las manos de Carrizo.
Ya en el final aparecieron las más claras. Eluchans armó una gran apilada por la izquierda y el atento arquero de River se lo sacó en el primer palo y luego una grosera distracción del fondo Rojo dejó sólo a Farías, quien remató mordido y el palo salvó a Ustari. Con muchas situaciones y la chapa en cero se fueron al descanso.
Todo lo intenso que fue el primer tiempo se compensó en el soporífero complemento. Salvo en el inicio, donde Gallardo la bajó en el área, pero remató justo donde estaba Ustari, el resto fue todo fricción. Además a medida que avanzaban los minutos, Independiente se iba replegando más y más.
Lorgio Alvarez pasó directamente a ser lateral derecho y en el Rojo ya la pelota no pasaba por Díaz. El último intento de Burruchaga por cambiar algo en ofensiva fue el ingreso de Sosa, pero el pibe tocó poco la pelota. Sólo algunos arrestos individuales de Montenegro llevaron algo de inquietud al arco millonario.
El tiempo pasaba y las ideas se agotaban. Passarella dejó en el banco a Ortega, pero mandó a la cancha a Falcao, que no pudo hacer mucho. Así el cero se adueñó del partido y dejó a los dos en deuda en el ítem emociones.
Fuente: TyC Sports.