| Fue 1-0 en cancha de Racing con gol del colombiano Moreno, quien luego se fue expulsado. El equipo de Burruchaga jugó todo el segundo tiempo con diez y el Granate llegó a merecer el empate. Velázquez erró un penal para la visita. Fue el segundo triunfo al hilo del Rojo.
De antemano, la propuesta era más que interesante. Independiente llegaba entonado después de conseguir su primer triunfo en el torneo ante el irregular Rosario Central. El equipo había mostrado aquella noche vestigios del juego que supo brindar en los campeonatos de verano. Por su parte, Lanús cuenta con un plantel made in casa que tiene el trato a la pelota como principal bandera. Los argumentos de los dos invitaban a soñar con un gran encuentro. El escenario, la cancha de Racing.
Fiel a su estilo, el que le impuso desde que llegó Cabrero, el Granate propuso un partido abierto. Sin marcas rígidas en el mediocampo. Por eso los primeros minutos lo tuvieron como dominador. Sin ser brillante. Y tuvo la primera de riesgo, a los 11. Acosta selló una gran acción colectiva y salió festejando. El árbitro Furchi, a instancias del juez de línea, anuló mal el tanto. El delantero estaba perfectamente habilitado.
Lentamente, Independiente se fue acomodando. Y mucho tuvo que ver la dinámica que impuso Montenegro. Entonces, Bossio comenzó a trabajar. Voló abajo, a su izquierda, y evitó el tanto del paraguayo Báez, quien probó de media distancia. Enseguida, respondió la visita. Desborde de Aguirre por la derecha y centro al ras, que o pudo conectar Fabbiani, pero sí Gioda. La pelota dio en el palo. Casi sin querer, el ex Lanús abre la cuenta ante su antiguo club.
Sin embargo, fue el Rojo el que abrió el marcador. Se jugaba media hora cuando Moreno inició una contra. Siguió en Sosa, quien habilitó a Eluchans, y éste, libre por la izquierda, envió un centro preciso que el colombiano definió con un cabezazo perfecto. Nada que hacer para Bossio. Herido en su orgullo, Lanús fue por la igualdad, algo que casi alcanza a los 39. Dudosa falta a Acosta en el área y Furchi sancionó penal. Velásquez metió un zurdazo alto y la pelota dio en el travesaño. Luego, Pusineri pudo liquidarlo pero definió mal y en la última acción de la primera etapa, Moreno vio la segunda amarilla y se fue expulsado.
En el reinicio, Cabrero movió el banco. Sacó a un nervioso Archubi y le dio aire al indultado Leto. Sin darse cuenta, Independiente se retrasó varios metros. Un poco por esa mala costumbre de los equipos que se quedan con diez. Otro poco, por el empuje del Grana, que lo metió en el área. Pelletieri ganaba todas en el medio, y crecía la figura del uruguayo Rodríguez en el local.
Fabbiani pudo empatar con un tiro de afuera. También Romero pudo llegar a la igualdad, pero el arquero del Rojo hizo una atajada tremenda. Se jugaba en un solo campo. Los nervios crecían. La visita buscaba por todos lados. Sin demasiado claridad, es cierto. Pero el gol estaba al caer. Eluchans ya no pasaba la mitad de la cancha y Herrón se recibió de pulpo en el medio. Sosa salió cansadísimo y Denis entró para aguantar y crear una contra. Casi lo consigue.
Llovieron centro de todos colores, pero entre Ustari y los defensores se hicieron un picnic. Con el pitazo final de Furchi, llegó la explosión del público de Independiente. "Es un partido bisagra", dijo ayer Burruchaga. Su equipo lo ganó, sumó su segundo victoria consecutiva y quiere prenderse en la pelea. ¿Lanús? Dos derrotas al hilo y la sensación de injusticia en ambos encuentros. Pero, todos sabemos, el fútbol no sabe de justicia.
Fuente: Clarín on Line.