FÚTBOL | Independiente venció 1 a 0 a Racing, con un gol de cabeza del paraguayo Báez y mantuvo su parternidad en el clásico de Avellaneda, con el debut como técnico de Antonio Mohamed. La dirigencia de la Academia no va a despedir a Russo pero le aceptarían con agrado la renuncia.
Con una gran actuación de Hilario Navarro, quien no cometió errores, Independiente se quedó otra vez con el clásico de Avellaneda ante un Racing que fue superior en el primer tiempo pero se quedó sin fuerzas en la etapa final.
Mohamed dispuso para su debut como técnico de Independiente un esquema clásico (4-3-1-2), contra el 4-4-2 que propuso Russo para su Racing.
Mientras que en Independiente el fútbol y el peligro debía comenzar en los pies de Leandro Gracián, en Racing esa tarea la tenían los volantes abiertos (Braian Lluy y José Luis Fernández).
Y en ese juego participaron más del partido los volantes de Racing y así el equipo de Russo generó un poco más de peligro en el arco defendido por Hilario Navarro.
Pero el problema tanto de Racing como de Independiente en el primer tiempo fue el "temor" a perder, en consecuencia, ninguno de los dos pudo ser profundo, ni tuvo regularidad en el juego.
Gabriel Hauche estuvo cerca de convertir en el inicio del partido, pero no llegó a empujar un centro de Fernández. Y en los minutos finales el ex Argentinos Juniors perdió por dos veces en el mano a mano con Hilario Navarro, quien con poco se convirtió en el mejor de la cancha.
Andrés Silvera entró poco en contacto con la pelota y Parra insinuó peligro en los centros cruzados al área, la única arma de gol del "Rojo", muy poco.
Pero cuando el primer tiempo se moría un error defensivo de Racing, sobre todo de Cáceres, provocó que Báez aparezca solo y sin marca, quien de cabeza estableció el 1-0 para sorpresa de toda la cancha.
Racing, que no mereció irse al descanso perdiendo, salió a jugar el segundo tiempo derrotado, sin fuerzas, sin pelear, algo que se dio cuenta Russo, que a los diez minutos de la etapa final mandó a la cancha a Claudio Bieler por Lluy, a quien el técnico había elegido para reemplazar a Giovanni Moreno.
Con el correr de los minutos Racing comenzó a desesperarse y cuando generaba una chance para empatar aparecía Hilario Navarro para ahogarle el grito.
Independiente se paró decido para jugar de contra, más cuando Martín Gómez reemplazó a Silvera. Así comenzó a estar cerca del segundo cada vez que cruzaba la mitad de cancha e hizo figura al otro arquero, a De Olivera, quien evitó que el "Rojo" liquidara el pleito.
Fuente: Télam.