| Goleó y se repuso después de dos caídas consecutivas. Sosa, Montenegro y Ortemán marcaron los tantos. El partido se jugó en cancha de Racing, donde el Rojo fue local después de 27 años.
Independiente recobró la memoria. Ganó, goleó y por primera vez en el torneo no le marcaron goles. Montenegro retomó su nivel y Sosa se consolida a fuerza de goles. Hoy hizo tres tantos antes Gimnasia y pudieron haber sido muchos más. Fue un partido sin equivalencias, en el que el Lobo acusó el desgaste de su excursión carioca en la semana. Los de Burruchaga vuelven a estar en carrera justo a tiempo.
De arranque Independiente volvió a ser el de las primeras fechas. Mucho más cómodo con línea de cuatro y con Montenegro otra vez activo, el Rojo se mostró agresivo y con buena circulación de pelota. En cambio, Gimnasia, con un equipo casi diseñado para defender no podía hacer pie. Hubo un par de aproximaciones, pero la primera seria fue gol. Marín sacó un buen remate de lejos, Olave dio rebote, Ortemán lo capturó y metió el centro atrás para que el pibe Sosa marque el gol.
Gimnasia tuvo su momento en dos ocasiones. Una en un cabezazo de Cabrera que Lorgio Alvarez sacó en la línea y otro frentrazo de Goux que dio en el travesaño. Sin embargo, Independiente seguía atacando y cada vez que lo hacía, hería. Con sosa y Montenegro muy activos se las ingeniaron para complicar a los cansados defensores platenses.
El segundo estaba al caer y cayó para el Rojo. Sosa metió una gran pelota en la derecha para Montenegro, quien les ganó a todos en el pique y definió bien ante el arquero. Dos a cero y con un rival agotado, el Rojo no especuló y buscó el tercero, pero Beligoy los mandó al descanso.
Para el arranque del complemento, Independiente se propuso finiquitar el asunto. Lo logró rápido en una buena combinación entre Ortemán y Denis, que terminó con los roles invertidos: jugada del goleador y gol del armador, Ortemán, quien se tiró de palomita para conectar el envío.
Con el partido definido, Gimnasia se ausentó de la cancha. Es que los de Burruchaga tuvieron un lapso en el que llegaban por todos los costados y sólo la falta de puntería propia (sobre todo de Denis) hizo que no llegara el cuarto. Se notó el cansancio en el Lobo luego del viaje a Brasil por la Sudamericana.
Todos esperaban el cuarto gol de Independiente, pero ya sin Montenegro en cancha, el nivel de situaciones disminuyó considerablemente (igual hubo un par claras) y se terminó con un triunfo claro y que en gran parte del partido mostró al equipo que empezó con todo el torneo, adjuntada una mayor solidez defensiva.
Fuente: TyC Sports.
