Sábado 26 de Mayo de 2007, 16:05

Independiente empató y se queda sin sus sueños de copas

| El rojo igualó 1-1 con Argentinos Juniors. Rodrigo Díaz y Leandro Desábato marcaron los goles. Con este resultado el equipo de Avellaneda se quedó con escasas posibilidades de ingresar a los certámenes internacionales.

Viernes por la noche. Frío en Buenos Aires. Feriado en Argentina, por festejarse un nuevo aniversario de la creación del primer gobierno patrio. Y en Avellaneda, 197 años después de ese hecho, se jugó el fútbol, bueno, eso intentaron Independiente y Argentinos Juniors, en la cancha de Racing pero estuvieron lejos de conseguirlo. Podrán decir que el frío, que no fue tan crudo como el de días anteriores, les entumeció los huesos a los jugadores. Por suerte, uno de esos que son catalogados como “pecho frío” (esto lo hacen los adoradores del 0-0 y del resultado como lo único importante), como Rodrigo Díaz, a los ocho minutos del primer tiempo marcó un golazo, clavando la pelota en un ángulo, luego de dejar en el camino con un amague a dos rivales. Entre el gol de Independiente y los 45 minutos del primer tiempo no pasó casi nada. Alguna contra del equipo de Avellaneda, que sigue siendo local en la cancha de Racing. Algún intento sin demasiada profundidad de parte de Argentinos Juniors. Así transcurrieron los primeros 45 minutos del partido, que no tuvo fuego dentro de la cancha y que eso se trasladó a las tribunas, que lucieron despobladas y sin mucho entusiasmo. En el segundo tiempo Argentinos salió decidido a empatar el partido y para eso su entrenador, Ricardo Caruso Lombardi, realizó variantes, mandó más delanteros a la cancha y eso provocó que Independiente se retrasara más de lo necesario. A pesar de tener muchos hombres en el fondo (sólo apostó al contra ataque), a los 8 minutos Argentinos tuvo su primera chance de gol, con un cabezazo que pegó en el palo del jugador más bajo de la cancha, el recién ingresado Franco Niell. Argentinos fue todo el tiempo buscando la igualdad y de tanto insistir la consiguió, gracias a la aparición de Leandro Desábato por el segundo palo, luego de un centro ejecutado por derecha por Gonzalo Choy González. A partir de ahí llegó la desesperación de Independiente, la reprobación del público a los cambios hechos por Santoro y el rojo terminó su partido muy cerca del infierno. Fuente: Télam.