FÚTBOL | Con un hombre menos, por la expulsión de Alayes, el equipo de Roberto Sensini venció 2-1 a Danubio. Irala puso en ventaja a los uruguayos pero Verón, de penal, y Enzo Pérez, a cuatro del final, dieron vuelta el resultado.
Estudiantes sacó a relucir esta noche su mística copera y con diez jugadores dio vuelta el marcador para llevarse un vital triunfo como visitante por 2 a 1 sobre Danubio, por la tercera fecha del grupo 2 de la Copa Libertadores de América.
Parecía que el elenco platense iba a tener un encuentro
complicado, porque el conjunto "charrúa" ganaba 1 a 0 con gol de Pedro Irala, a los 8 minutos de juego, y encima se había ido expulsado Agustín Alayes, a los 25 minutos de la etapa inicial.
Sin embargo, Estudiantes sacó su garra copera, esa que
identificó al equipo en varias ediciones de este certamen
subcontinental, y dio vuelta el marcador en el complemento con tantos de Juan Sebastián Verón, de penal, a los 16, y de Enzo Pérez, a los 42.
El equipo argentino consiguió tres puntos muy importantes
para alcanzar el primer lugar del grupo 2 y no complicarse en la zona, pero lo hizo casi al borde de una hazaña, ya que llegó a lograrlo con diez jugadores en cancha.
Estudiantes fue el ganador de un partido friccionado y
adverso, porque en la etapa final se tranquilizó y apeló a su jerarquía para llegar a un triunfo que consiguió de la mano de Verón, el estratega y la figura este miércoles, con un gol y una magistral asistencia.
Danubio se durmió y dejó que el "León" se despertara, algo
que al final lo pagó muy caro.
En el primer tiempo arrancó mejor Estudiantes, con una
marcada vocación ofensiva y con ciertos remates de media
distancia, pero el local se afirmó muy bien y comenzó a ejercer superioridad.
De la mano de Carlos María Morales, Danubio se impuso en el mediocampo, le trajo varios problemas al "Pincha" y consiguió la ventaja cuando iban 8 minutos.
El primer gol nació por una actitud que fue en contra del
fair play, ya que Morales estaba en el piso y su compañero Deley Mena siguió con la jugada, en vez de tirarla afuera, y le cometieron infracción. De ese tiro libre vino un córner desde la izquierda y de ahí llegó el gol de cabeza de Irala, que se metió abajo contra el palo derecho.
Estudiantes fue a buscar el empate, que casi consigue
enseguida con un cabezazo de Pablo Lugüercio que rechazó Esteban Conde y en el rebote se lo volvió a perder el atacante al tirar el balón desviado.
Danubio tenía el dominio y buscaba aumentar diferencias con disparos desde afuera, aprovechando que la cancha estaba mojada por las lluvias que caían. Pero el elenco uruguayo tomó en forma absoluta el dominio cuando se fue expulsado Alayes, por doble amonestación, tras una
infracción a Morales.
La pegada de Juan Sebastián Verón era la variante que tenía Estudiantes y por esa vía casi logra el empate, con un disparo que le picó a Conde y en el rebote la rechazó la defensa "charrúa".
En el complemento, Estudiantes tomó la iniciativa y de la
mano de Verón buscó el empate, utilizando ambos costados para vulnerar al rival.
Dos desbordes de la "Brujita" casi terminan en gol de no
haber sido por el rápido despeje de los uruguayos, que tuvieron una chance cuando Mena resolvió mal ante la salida de Mariano Andújar.
El "Pincha" tenía el dominio y buscaba de manera insistente la igualdad, hasta que a los 15 minutos tuvo su oportunidad cuando en un centro Irala tenía tomado de la camiseta a Leandro Desábato y le cometió penal.
El remate desde los doce pasos lo ejecutó Verón y estableció el empate con un remate a colocar al palo izquierdo, mientras Conde fue al otro costado.
El elenco platense empataba con diez hombres, mientras
Danubio pareció haberse despertado de ese golpe y fue a buscar la victoria. Dos definiciones magistrales de Bardaro que se fueron desviadas fueron parte del repertorio del anfitrión.
En los minutos finales, los dirigidos por Roberto Sensini
sintieron el esfuerzo físico y comenzaron a retrasarse, con la idea de meter algún contragolpe, mientras el local tuvo el dominio. Sin embargo, el "León" apeló a su garra y consiguió a esa altura un impensado triunfo.
Iban 42 minutos cuando Verón metió un pase magistral para la entrada por derecha de Pérez, quien enganchó y definió ante la salida del arquero para desatar el enloquecido
festejo de la gran cantidad de hinchas que viajó a Montevideo para acompañar al equipo. Y sí, la mística copera de Estudiantes sigue vigente y parece haberse renovado en este 2008.
Fuente: NA.